Miriam SUÁREZ

Trescientas personas atendidas en cinco horas. Fue el balance de la puesta en marcha del concurso que ha convocado la Empresa Municipal de Vivienda para organizar una lista de espera que garantice la ecuanimidad en el acceso a los pisos de protección autonómica previstos en el área residencial de Roces. El plazo de inscripción se abría ayer con colas.

De las trescientas personas que acudieron a las oficinas de la calle Enrique Martínez para interesarse por la convocatoria de Roces, cuarenta lo hicieron ya con toda la documentación necesaria para poder formalizar su solicitud sobre la marcha. Vía internet (www.gijon.es/vivienda/ roces) se registraban otros siete aspirantes a lo largo de la mañana. El hecho de que la urbanización de Roces coincida con un momento de crisis económica hace pensar que «superaremos las 2.000 solicitudes», calculan los responsables de la empresa municipal.

Este nuevo desarrollo residencial pondrá en el mercado unas 3.700 pisos, de los cuales 1.901 se acogerán al régimen de protección autonómica. El Gobierno regional subvenciona y tasa el precio -1.443,23 euros por metro cuadrado- de este tipo de viviendas, pero deja su construcción a la iniciativa privada. Las empresas pueden vender sus promociones a quienes quieran, siempre que cumplan los requisitos marcados por ley. Algunas tienen las viviendas comprometidas incluso antes de colocar la primera piedra y ni siquiera llegan a publicitarlas.

Este sistema, ahora que la necesidad de vivienda asequible es acuciante, ha generado una gran polémica. Polémica a la que el Ayuntamiento ha respondido creando una lista de espera para los pisos de protección autonómica de Roces, una de las grandes operaciones urbanísticas del concejo y también una de las más controvertidas. Esta bolsa de «posibles» compradores se formará mediante un sorteo público.

La idea es seleccionar a 500 solicitantes, que es el número de pisos que la empresa municipal aspira a gestionar en Roces. De todas formas, la entrega de estos pisos al Ayuntamiento es voluntaria, así que la inclusión en la lista de espera municipal no genera derechos de adjudicación. O lo que es lo mismo: «Puede que no todos los de la bolsa tengan un piso asegurado», advertía ayer el presidente de la empresa municipal y concejal de Vivienda, Francisco Santianes.

A día de hoy, el edil de Izquierda Unida tiene apalabradas 210 viviendas con los constructores de Roces. Su departamento ha solicitado a Sogepsa, la sociedad mixta que dirige esta operación urbanística, el listado de los empresarios que edificarán en la zona para poder concertar reuniones con todos ellos. «Es importante que el sector colabore, para que este tipo de viviendas llegue a todo el mundo», instó Francisco Santianes, en la presentación de la convocatoria que ha impulsado la empresa municipal. «Les facilitamos las tareas burocráticas y los compradores. Y, a la vez, se propicia la igualdad de oportunidades entre quienes necesitan un piso de protección autonómica. Entiendo que este sistema es interesante para todo el mundo», apostilló.

Quienes quieran optar a la bolsa que está creando la Empresa Municipal de Vivienda deberán presentar sus solicitudes antes del próximo 16 mayo. Pero las negociaciones con los constructores de Roces se prolongarán hasta que se comercialice la última promoción.