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Primer epílogo con humildad

Felgueroso destaca de su mandato que la política le ha dado una lección cada día y que ha actuado sin personalismo

Primer epílogo con humildadjuan plaza

A falta de 68 días con el bastón del mando municipal aún en la mano, Paz Fernández Felgueroso propuso ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón el primer epílogo a sus 12 años de mandato. Todo representante del pueblo se ve en la obligación de mostrar una larga retahíla de logros de gobierno. Que estén más o menos hinchados es otro problema, pero no hay que ser cicateros con la etapa de Felgueroso al frente de la municipalidad: la lista de tareas realizadas es muy abundante. Felgueroso ha sido una trabajadora infatigable, y aunque eche los méritos a las espaldas de «un equipo municipal» nadie le niega que cada mañana muy temprano casi era ella, como quien dice, la que abría las puertas de la Casa Consistorial.

Además, la retahíla de logros vale casi más por lo que Felgueroso calla que por lo que recuenta. Tal vez en su retiro activo nos brinde sus «Memorias» y en ellas relate lo difícil que es gobernar cuando no se tiene la imprenta de un BOE o de un BOPA, o cuando la Administración central se pone de nalgas -¡ay, el metrotrén y plan de vías!, ¡ay, la depuradora, que llega en el último minuto!, ¡ay, las arenas de San Lorenzo, con Medio Ambiente callado como un muerto!-, o cuando la Administración regional es iluminada por oscuros motivos -aquella crisis del casino, aquellos pasos urbanísticos tan extraños...

Felgueroso ha trabajado duro y con lealtad al partido y a los restantes mandatarios del mismo. Probablemente mucha más lealtad que la que el PSOE le ha dispensado -por ejemplo, en mantener bien cerrada la portezuela que hay entre partido y Ayuntamiento-. Pero, en resumen, el PSOE de Gijón ha tenido en Felgueroso su mejor opción política en muchos años.

Y el resultado ha sido el de una alcaldesa muy respetada, como señaló Julio Puente al presentarla ayer, y también nada «personalista», como ella misma quiso dejar sentado. Felgueroso no cabe en la extensa categoría de políticos que persiguen el propio medro y relumbrón. Pero sin cultivar «protagonismo y personalismo», han sido sus cualidades humanas y políticas las que la han colocado en una generación de políticos que va desapareciendo.

La Alcaldesa que tanto habló de «proyectos estrella» en los primeros tiempos de su mandato (y a ella se deben sin duda el Acuario, el Balneario, el Casino, etcétera) confesó ayer que, sin embargo, una crisis económica como la presente tumba las más afianzadas ilusiones y no ocultó que Gijón padece un «fuerte desempleo» que, no obstante, hubiera sido mayor con un Gijón menos preparado.

Acabada la retahíla de tareas realizadas con empeño, Paz Fernández Felgueroso cerró su intervención con una reflexión admirable: «Cada día en política aprendes una lección, una lección de humildad». Ésa debe de ser la alta política, la más fecunda, y con una persona que percibe las lecciones de humildad que da la vida se puede ir a cualquier parte.

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