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Dos siglos sobre dos ruedas

Cuatro sexagenarias aprenden en tres horas a montar en bicicleta con la ayuda de los monitores de la asociación Asturies Con Bici

Dos siglos sobre dos ruedasjuan plaza

Luján PALACIOS

Teresa Álvarez tenía 12 años cuando intentó aprender a montar en bicicleta. Se cayó, se hizo daño, y nunca más lo intentó. Hasta ayer, con 64 años y armada de «valor y buena voluntad». La gijonesa fue una de las cuatro aplicadas alumnas que a lo largo de la tarde de ayer participaron en un curso de iniciación de la «Biciescuela» organizado por la asociación Asturies Con Bici en la rampa de acceso al Palacio de los Deportes de La Guía.

Una actividad pensada para que todos los que no sepan andar sobre dos ruedas aprendan ahora, independientemente de su edad. Porque, como apuntaba Eduardo Fernández, vicepresidente de la asociación, «no hay una edad para andar en bici». Por eso mismo «estoy decidida a que esta vez sí, cueste lo que cueste», aseguraba Teresa mientras le ajustaban el sillín de una bicicleta «alquilada, porque yo no tengo, pero si aprendo lo primero que hago es comprarme una». De momento «tengo un poco de miedito, sobre todo a la hora de guardar el equilibrio», confesaba mientras hacía ejercicios de calentamiento. El objetivo: «aprender como han aprendido mis hijas, y estar lista para salir con mi nieto de 2 años a dar un paseo cuando él también aprenda».

Una motivación compartida por Marisa Requejo, de 65 años, quien aprendió «de niña, pero de no practicar se me olvidó». En su caso, además, «tiene delito, porque mi hijo vende bicicletas». Así que fue su nuera quien la apuntó al curso, «y a ver si dentro de poco corro detrás de mis nietos, que ellos sí que andan bien».

Las cuñadas Julia Díaz-Caneja, de 68 años, y Alicia López, de 69, se pusieron de acuerdo para completar el elenco de debutantes sobre las dos ruedas, porque, aunque se confiesan «amantes de los deportes y muy activas», «lo de la bici es lo más difícil que he hecho», aseguraba Alicia. «Yo, que pinto, tapizo, atornillo y desatornillo, nunca pensé que esto fuera tan difícil», apuntaba mientras su cuñada aseguraba estar «agotada» antes de iniciar los ejercicios.

Primero, como relataba Eduardo Fernández, sin pedales y con los dos pies en el suelo, para ir ganando estabilidad. Después, con un solo pedal y cuesta abajo, y para finalizar, con los dos pedales y en llano, para aprender a arrancar. «En unas tres horas la gente aprende, aunque siempre hay quien necesita más», apuntaba el monitor bajo la ansiosa mirada de las alumnas.

Tras varios intentos, todas lograron coger velocidad y mantenerse sobre la bicicleta sin mayores problemas. Ahora, si lo desean, podrán pasar a los cursos de perfeccionamiento que también imparte Asturies Con Bici estos días. Para aprender a ajustar la postura en la bicicleta, esquivar obstáculos, mirar hacia atrás, señalizar las maniobras y aprender el funcionamiento de las marchas.

Por último, también tendrán la oportunidad de adquirir la habilidad de manejarse por zona de especial dificultad, sorteando obstáculos y señalizando todas las maniobras deforma segura. Pero, como subrayaban las alumnas ayer, «pasito a pasito».

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