La mala combustión de una caldera desató ayer la alarma en el IES Jovellanos y obligó al desalojo de los alumnos ante la humareda que se originó. Finalmente todo se quedó en un susto y no hubo que lamentar daños personales.

El incidente tuvo lugar pasadas las nueve de la mañana, cuando los operarios que trabajan en la reparación de la caldera de biomasa del centro, que lleva varios días averiada, decidieron poner en funcionamiento la antigua caldera de gasóleo, para que los alumnos no se quedaran sin calefacción.

Dicha caldera lleva más de tres años sin utilizarse, por lo que después de encenderla empezó a salir humo en grandes cantidades. Los responsables del insituto decidieron, por precaución, desalojar al alumnado, que fue concentrado en el patio. "Olía mucho a gasóleo y se generó una nube de humo que picaba en la garganta", indicaron desde el centro, por lo que se procedió a la evacuación preventiva.

En pocos minutos se presentaron en el centro dotaciones de Bomberos, la Policía Local y varias ambulancias siguiendo el protocolo de estos casos, aunque no fue necesaria su intervención. En cuanto los bomberos comprobaron que no existía riesgo alguno para estudiantes y profesores, y después de esperar un tiempo prudencial a que el humo se disolviera, las clases se reanudaron con total nomalidad media hora después, aunque sin calefacción.

Responsables del IES Jovellanos destacaron la rapidez con la que se produjo el desalojo, habida cuenta de las grandes dimensiones del centro. Todos los años los alumnos ensayan un simulacro de emergencia, que en este caso fue real aunque sin mayores consecuencias.