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Medio siglo de la traída de la ciudad

Agua por un tubo

La Empresa Municipal de Aguas celebra su 50.º aniversario con una exposición histórica con fotos de época en Los Campinos de Begoña

Agua por un tuboJUAN PLAZA

El ocho de diciembre de 1930 se inauguró en la pérgola de Los Campinos la traída de aguas procedente del Perancho de Nava, que empezaba a surtir a la ciudad de Gijón. Ayer, medio siglo después, la Empresa Municipal de Aguas (EMA) celebraba sus bodas de oro con la inauguración de una exposición sobre la historia de la traída, haciendo honor al título de la exposición: "Agua por un tubo". Y así hubo de ser, bajo una lluvia tenaz y con el público parapetado bajo un mar de paraguas, el agua fue más protagonista que nunca.

Los Campinos acogen estos días y hasta el próximo 10 de enero un recorrido por la historia de la EMA en cifras y paneles, con fotos del francés Arnaud Späni. Un recorrido por un hito en la modernización de Gijón, con una traída que vendría a dar un impulso a una ciudad en la que el agua del grifo era por entonces un lujo reciente, con apenas el manantial de Llantones dando servicio desde 1890 y con una demanda creciente: en 1930 los vecinos consumían 700.000 metros cúbicos de agua, y apenas en cinco años, en 1935, la demanda se disparó a 1,8 millones.

Un recorrido por zanjas y tuberías, depósitos, registros y colectores que, ajenos al ojo del gran público y no siempre bien valorados, han sustentado el desarrollo de la urbe. Fue en los 60 cuando nació la EMA, y en vísperas de los años 80 se logró que el agua corriente llegara a todo el casco urbano.

Desde la puesta en marcha de la traída han sido precisas varias renovaciones, aumento en las horas de servicio, mejoras en la presión y la creación de estaciones de tratamiento de agua potable. Hoy en día, 50 años después, gracias a 65 kilómetros de tuberías que viajan desde Caso a Gijón, la urbe consume 144 litros por habitante y día, lo que supone más de 625 litros por segundo.

Los grandes retos del futuro pasan por "mejorar el abastecimiento y contar con un saneamiento sostenible", como apuntó el gerente de la EMA, Pablo Álvarez Cachero. Pendientes de asumir además la gestión de la nueva depuradora del Este, los gestores de la EMA se marcan la licitación de nuevo del pozo de tormentas para reforzar el saneamiento de esta parte de la ciudad y la renovación de la conducción de los Arrudos como principales obras en los próximos tiempos.

Para, con todo ello, "seguir prestando el mejor servicio a los ciudadanos", con una mejora de la gestión basada en la centralización y la informatización, culminando el saneamiento de la zona rural y modernizando las centrales de potabilización, como apuntó el presidente de la EMA, el concejal Esteban Aparicio.

Un paseo por imágenes de época, cifras que llaman la atención y que invitan a poner en valor un patrimonio "a veces invisible", el del agua.

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