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Unas risas a costa de los "foriatos"

La Compañía Asturiana de Comedias estrena en el Jovellanos "La máquina de retratar", una obra que supone el debut del gijonés de 16 años Mario Valdés

De izquierda a derecha, Sergio Buelga, Mario Valdés y Armando Felgueroso, miembros de la Compañía Asturiana de Comedias, ayer, en el puerto deportivo de Gijón. JULIÁN RUS

La cita con el teatro asturiano es un clásico en el verano gijonés. Y ya ha llegado. Cada año, por estas fechas, el elenco de la Compañía Asturiana de Comedias se sube a las tablas del teatro Jovellanos para arrancar carcajadas y amenizar los últimos días de verano a los asistentes. La formación, que lleva un siglo de andaduras por las salas de la región, recoge lo mejor de la tradición del teatro popular asturiano y presenta hoy una obra que sigue esta estela costumbrista, "La máquina de retratar", que estará en el Jovellanos hasta el domingo.

La compañía asturiana, que espera llenar el teatro gijonés los tres días de funciones, da vida en esta pieza a los habitantes de una aldea que reciben a dos visitantes accidentados, un marqués y su ayudante. Mientras que la vida en las ciudades ha sufrido una enorme evolución, el elenco de "La máquina de retratar" insiste en que en los pueblos persisten muchas de las costumbres que había hace cien años. "En las aldeas, cuando llega un 'foriatu' siempre desentona. Todos los rumores de la gente del pueblo van a ser sobre él. Se convierte en la comidilla", explica Armando Felgueroso, intérprete y codirector de la obra. Mantener viva esta llama, "na señardá", el sentimiento de nostalgia que mueve a los asturianos, es precisamente la tarea que persigue este grupo teatral. Eso, y arrancar una risotada a todos los presentes. "El teatro es un atractivo turístico más en Gijón. Además de los asturianos, tenemos público que viene de fuera. Incluso del extranjero. Siempre que se venga con la voluntad de entender, cualquiera puede disfrutar", explica Sergio Buelga, intérprete, autor y codirector de "La máquina de retratar".

Estos mismos actores, que llevan toda una vida actuando con la compañía o entre bastidores, se quejan del maltrato al que está sometido el teatro en la región. "Nuestra compañía lleva un siglo en el escenario. Somos muchísimas las personas que hacemos teatro en Asturias por amor al arte, más que en Galicia, León o Andalucía. Y nuestra labor, la de las compañías 'amateurs', es importantísima, porque acostumbramos a la gente a ir al teatro y, además damos trabajo a muchísimas personas", explica Felgueroso, que lleva treinta años sobre las tablas. "El teatro siempre ha sido la forma de expresión del pueblo asturiano. Debería haber un apoyo político más fuerte" añade Buelga.

La mítica compañía está en proceso de renovar sus filas, y entre sus nuevos fichajes destaca Mario Valdés, que debuta hoy en el Jovellanos. El joven gijonés de 16 años compagina sus estudios en el colegio Montedeva con los ensayos de teatro. "Mandé un vídeo actuando en el colegio, pasé una audición y me cogieron; lo que más me gusta es el buen rollo que hay y lo divertida que es la obra", apunta el joven intérprete, que ya piensa en mudarse a Madrid o Barcelona para dedicarse a ello profesionalmente. Por lo pronto, es la savia nueva del teatro costumbrista asturiano.

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