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Arte a mesa puesta

Viki Blanco, que cerró su galería gijonesa el pasado junio, mantiene la actividad expositiva con obras de seis artistas en Casa Gerardo

Presentación de una de las exposiciones de "Cómplices del arte" en Casa Gerardo. ILLÁN GARCÍA

Dejarse aconsejar por Pedro Morán, saborear sin prisas cualquiera de sus aciertos gastronómicos y, entre plato y plato, dejar que la mirada busque en uno de los cuadros de Juan Gomila, por ejemplo. Todo eso y mucho más ofrece la propuesta que mantienen la galerista gijonesa Viki Blanco y la dirección del restaurante Casa Gerardo (una estrella Michelin), parada obligada en Prendes.

Viki Blanco cerró el pasado 1 de junio su sala El Arte de lo Imposible, en la calle Jacobo Olañeta. Una decisión dolorosa que tomó por razones laborales. Pero ha querido mantener la relación con una veintena de artistas por cuyo trabajo apuesta: desde el citado Gomila, hasta Julio Rey, Silvia Papas o Inma Fierro. Y de esa decisión han surgido las muestras artísticas "Cómplices del arte", que van por su quinta entrega. El lugar elegido es Casa Gerardo y sus amplias paredes, templo de la cocina asturiana en el que ofician con mano maestra Pedro y Marcos Morán.

Hay muchas maneras de disfrutar de un cuadro o una escultura. Y nadie dijo que ver arte estuviera reñido con la degustación de una exquisitez culinaria y el caldo preciso. Así que esta propuesta de Viki Blanco y los Morán insiste en uno de los más antiguos deseos de la humanidad: el gozo de los sentidos a través de las "oficinas" del estómago y el intelecto, que dijo Cervantes.

En esta nueva entrega de "Cómplices del arte" cohabitan propuestas muy distintas: desde las sutiles composiciones pictóricas de Gomila, siempre de gran lirismo, a la figuración de filiación expresionista del joven pintor y escultor leonés Carlos Álvarez de las Heras; de los paisajes del vasco José María Pinto Rey, a los territorios casi oníricos de la granadina Cristina Capilla, pasando por algunas formulaciones hiperrealistas, de gran calado simbólico, de la cartagenera Rosana Sitcha. Y también la sutil pintura -geometría y mancha- de la sevillana Inma Fierro.

Una variedad de propuestas artísticas que condice con la aquilatada amplitud de la carta del restaurante en el que se exponen. En realidad, era más bien frecuente encontrar bodegones, cacerías o paisajes en las paredes de las viejas casas de comida. Y es habitual que los grandes restaurantes cuelguen en las suyas obras de arte, con tendencia a la invariabilidad. Lo que propone Viki Blanco desde Casa Gerardo, local que tiene además varias salas, son exposiciones temporales que añaden un fundado motivo para comer y visitar el establecimiento.

No es mala manera la de iniciar una excelente comida después de contemplar algunas piezas artísticas de veteranos y jóvenes creadores.

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