La gran promesa del basket serbio, nacida en Gijón

Este pasado fin de semana tuvo lugar en Bratislava la final del Campeonato de Europa sub-18 de baloncesto. Los protagonistas fueron las selecciones de España y Serbia, con victoria para esta última y en la que destacó la aportación del pivot Marko Pekarski, que curiosamente nació en Gijón.

Lo hizo el 12 de febrero del año 2000. Marco es hijo de Miroslav Pecarski, que aquella temporada tuvo un fugaz paso por las filas del Gijón Baloncesto, en el que apenas jugó una docena de partidos, tiempo suficiente para que su mujer diera a luz a Marko, quien con el paso del tiempo se ha convertido en una de las estrellas emergentes del baloncesto serbio con todo lo que eso implica. Mide 2.07 metros de altura, juega de pivot y pertenece al Bayern de Munich. Su nacimiento en Gijón hace que tenga la doble nacionalidad hispano-serbia.

Marko fue de menos a más a lo largo del campeonato y en la final fue el verdugo de la selección española, ya que acabó el partido con 14 puntos, 11 rebotes y 25 de valoración, nada comparable con los 1,2 puntos y 1,3 rebotes que promedió su padre en las filas del Gijón Baloncesto hasta que fue cortado.

En el banquillo del equipo gijonés estaba Moncho López y el equipo militaba en la ACB. Con Pecarski padre en el equipo, el Gijón Baloncesto ganó al Barcelona y al Estudiantes y logró la permanencia al final de la temporada aunque para entonces ya no estaba en el club. Marko está dotado de una excelente técnica individual, muy propia del baloncesto balcánico, es un gran penetrador pero sobre todo un magnifico tirador exterior y sus triples ya no extrañan a nadie.

El toque asturiano de esta final continental no acaba aquí, ya que el seleccionador español sub-18 no es otro que Joaquín Prado, nacido en Oviedo y entrenador del entonces Farho Gijón durante tres temporadas, de la 2004-05 a la 2006-07, y la pasada temporada técnico del Basket Navarra.