"Ha sido un susto muy grande para todos pero, poco a poco, estamos volviendo a la normalidad". Los empleados de la empresa Daniel G. Riestra -el desguace de San Andrés de los Tacones donde el jueves se originó un gran incendio que tardó trece horas en ser controlado por los servicios de extinción- retomaron ayer la actividad al tiempo que agentes de la Policía Científica de la Guardia Civil comenzaron la inspección ocular de las instalaciones y foco de origen del fuego. Ellos serán los encargados de elaborar el informe que permita esclarecer las causas de las llamas y determinar si la firma -una de las más importantes de reciclaje de metales del norte de España- incurrió o no en alguna negligencia.

Por lo pronto, y después de que los bomberos y la lluvia lograsen enfriar todo el material quemado, los empleados del desguace han vuelto al trabajo para escarbar entre la chatarra para así ir retirando todos los restos de residuos quemados. Tras un primer balance de daños en la empresa todo parece indicar que la principal maquinaria del desguace se ha salvado y ni siquiera las altas temperaturas que soportaron han hecho excesiva mella en ellas. Tan sólo una grúa fija, próxima al lugar donde se originó el incendio, se ha dado por perdida.

Todas las pruebas recabadas ayer por los agentes de la Benemérita fueron trasladadas hasta el laboratorio de criminalística donde serán analizadas a fin de determinar la ocurrido y transmitir sus conclusiones al juzgado. No obstante, todo apunta a que fue la explosión de un vehículo cuando lo estaban desguazando lo que provocó una chispa que impactó contra una pila de chatarra que empezó a arder rápidamente. Unas llamas que los trabajadores no pudieron controlar con sus mangueras y los hidrantes de la empresa. Los bomberos intervinientes lograron controlar las llamas trece horas después del inicio de incendio.