El complicado papel de mediación de la Iglesia católica en Centroáfrica

"Testimonio de heroísmo en medio de la guerra: la Iglesia en Centroáfrica" fue el título de la conferencia que el sacerdote Gaëtan Kabasha protagonizó el pasado jueves, en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, en la que estuvo acompañado por José María Fernández, delegado en Asturias de Ayuda a la Iglesia Necesitada (Fundación de la Santa Sede).

Ordenado sacerdote en el año 2003 en la República Centroafricana, el propósito de Gaëtan Kabasha con su intervención fue "dar a conocer un conflicto olvidado en un país ocupado por bandas armadas y donde la única estructura que sigue en pie e intentando hacer algo es la Iglesia católica".

Licenciado en Filosofía y Ciencias Eclesiásticas, el sacerdote, de origen ruandés, explicó que "la gran dificultad es que muchas iglesias y parroquias están ocupadas por las bandas armadas, de tal manera que las religiosas y los sacerdotes están teniendo que huir".

La guerra civil en la República Centroafricana enfrenta al grupo armado musulmán Seleka con el grupo armado Anti-Balaka, "que dicen que son cristianos, pero son tan sanguinarios como los otros y la Iglesia se encuentra en medio intentando acoger a los que se encuentran amenazados, pero al mismo tiempo se ve amenazada ella por Seleka y Anti-Balaka".

Señaló el sacerdote que en el conflicto "hay muchos mercenarios musulmanes que vienen de los países vecinos, es decir del Chad y del Sudán, que han crecido en un ambiente de violencia y ocupan regiones enteras e intentan influir en la población musulmana".

Con respecto a las ingerencias extranjeras en la guerra civil de la República Centroafricana, Gaëtan Kabasha afirmó que "no puede faltar, pero muchas veces lo sabes pero no tienes pruebas materiales, pero todas las guerras que ocurren en los paíes de África tienen un telón de fondo de intereses económicos y estratégicos de algunos países y seguramente Francia tendrá algo que ver, pero vete a saber qué y cómo". En definitiva, subrayó, "como más de la mitad del país está ocupado por esas bandas los sacerdotes se encuentran siempre amenazados, pero hacen acciones de heroísmo. Por ejemplo, un obispo consiguió proteger a dos mil musulmanes, pero el problema es que dentro de esos musulmanes hay sujetos violentos que amenazan a los sacerdotes".