Un padre y su hijo afrontan cinco años de cárcel por un delito contra la salud pública que les atribuye el Ministerio Fiscal por traficar en Gijón con sustancias estupefacientes que traían desde Holanda. Piden para cada uno de ellos cinco años de prisión en un procedimiento que comenzará a juzgar esta mañana la Sección Octava de la Audiencia Provincial. En este caso también está acusado un tercer cómplice para el que interesan ocho años de privación de libertad pues, además de ser reincidente, se le atribuye un delito de tenencia y porte de armas prohibidas.

Esta supuesta trama de narcotráfico -distribuían cocaína, heroína y MDMA- se destapó gracias a una investigación policial mediante escuchas telefónicas y colocación de dispositivos de sonorización y geolocalización. Así se tuvo conocimiento de que padre e hijo se dedicaban, según el fiscal, al tráfico de drogas desde, al menos, el mes de febrero de 2016 hasta febrero de 2017. El padre negociaba la adquisición de la mercancía mientras que el hijo la distribuía y vendía en la ciudad.

Las diligencias motivaron que, mediante auto judicial, el 15 de febrero de 2017, se practicase el registro del domicilio de ambos, en Gijón. Allí se encontraron diversas sustancias de distinta riqueza -había MDMA, cocaína, heroína, una pistola semiautomática, teléfonos y notas manuscritas- y con un valor en el mercado ilícito de 16.796 euros. Al ser detenidos se les intervinieron varios móviles, dos vehículos y más de 5.500 euros. Padre e hijo afrontan ahora cinco años de cárcel y el pago de una multa de 60.000 euros con un día de privación de libertad por cada 300 euros impagados.

Dos días después se intervino en el domicilio del tercer acusado, vecino de Oviedo. Allí también se halló droga -valorada en 11.144 euros- y maquinaria para su preparación además de una pistola detonadora modificada, cuya tenencia está prohibida. Ahora afronta seis años de cárcel por el delito contra la salud pública y otros dos por tenencia de arma prohibida, además de 60.000 euros de multa.