Hablan los policías que evitaron que un joven se tirase por el acantilado en Gijón: "No lo pensamos; actuamos"

Quizás fuese el cumplimiento de su deber, pero estos agentes se ganaron a pulso ser llamados "los héroes del cerro de Santa Catalina". El pasado domingo, al mediodía, un joven de 21 años trató de saltar al vacío desde este emblemático y escarpado lugar del litoral gijonés, en las inmediaciones del "Elogio del Horizonte". Sólo la rápida intervención de un grupo de agentes de la Policía Nacional evitó un trágico desenlace: cumplieron con su deber, aún poniendo en riesgo su vida e integridad física.

Esos agentes tienen nombres y apellidos: Carlos Antón, Alba Álvarez, Fernando Carrizo e Iván Buselo. Todo pasó en cuestión de poco menos de un minuto, cuentan ellos. Trataron de convencerle y de que depusiera su actitud: querían evitar que saltase por el acantilado en todo momento. "Sólo queríamos que no le pasase nada, no lo pensamos y actuamos", aseguran, casi restándole relevancia a su heroico acto de servicio.

Se agarraron unos a otros, y también a la hierba, para no caer por el precipicio del cerro de Santa Catalina a las rocas. Ni ellos ni el joven que trató de saltar. "Ese riesgo lo asumes cuando te haces policía, la prioridad es salvarle y no piensas en que te puedes caer tú también", aseguran.

El joven aseguró que le había dejado su novia y que por ello quería saltar. Ellos intentaron darle argumentos para aferrarse a la vida. Pero con ellos no bastaba. El joven hizo por tirarse y, entonces, tuvieron que agarrarle ellos, aferrarle a la vida como fuera.

Lo sujetaron en el aire por su ropa para ponerlo a salvo sobre la hierba. El joven comenzó a forcejear con ellos, trató de zafarse y quitarse la ropa para soltarse y así lanzarse al vacío. No sin riesgo para su integridad, los policías lograron ponerle a salvo en una zona llana y solicitar asistencia sanitaria para el joven, que fue trasladado al hospital para un exhaustivo examen psiquiátrico.

"Los cuatro volveríamos a hacerlo sin dudarlo", relatan los agentes dotando de normalidad a su acto. Quizás ellos lo nieguen, pero no por ello dejan de ser los "héroes del Cerro".