Los problemas continúan en el principal arenal de Gijón. La playa de San Lorenzo tuvo que cerrarse al baño en la tarde de ayer tras la aparición de una nueva mancha de gran entidad en el agua -de color parduzco y que desprendía un fuerte olor- que cubrió gran parte de la bahía gijonesa, tal y como sucedió el último fin de semana de mayotal y como sucedió el último fin de semana de mayo. En aquella ocasión un gran vertido de aguas fecales llegó a causar trastornos gastrointestinales e irritación cutánea y en ojos a al menos dos decenas de personas, algunas de ellas hasta precisaron atención médica.

Conocidos los precedentes, y tras los fallos denunciados por los grupos municipales de la oposición en la última situación de estas características, el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón decidió -esta vez sí- activar un protocolo por el que la unidad de Salvamento procedió a izar la bandera roja y a desalojar a todos los bañistas -surfistas en su gran parte- del principal arenal gijonés a partir de las siete de la tarde.

Con la playa cerrada al público "por precaución", se desplazaron hasta el arenal una unidad de la Policía Medioambiental y los Bomberos de Gijón. Fueron estos últimos quienes se encargaron, en colaboración con el equipo de Salvamento, de tomar las pertinentes muestras del agua, lo que no hicieron el sábado en el que se produjo el primer vertido. Se recogió agua tanto de la orilla como de mar adentro, ayudados por una de las lanchas de salvamento.

Los técnicos medioambientales estuvieron alrededor de dos horas realizando sus labores. Comenzaron recogiendo las citadas muestras en el entorno de la central de salvamento, ubicada a la altura de la escalera 13 y, después, en la desembocadura del río Piles -según los ecologistas se filtra la suciedad por uno de los aliviaderos- intentando dilucidar si la mancha se debía al simple arrastre de sedimentos en la cuenca del río o si por contra se produjo por la apertura de los alivios de los colectores de la red unitaria, en la que se juntan el agua de las lluvias con el de las industrias y aguas fecales. Tras analizar la evolución de la mancha, pasadas las ocho de la tarde, dieron por terminada su labor.

Con ellos estuvo en todo momento Clara Pilar González-Pedraz, directora del área de Medioambiente del Ayuntamiento de Gijón que, preguntada por este medio, rehusó hacer cualquier tipo de declaración, aun ante la gravedad de los hechos y los recientes episodios. Ni siquiera para enviar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía. De hecho, el único que dio la cara del gobierno local que lidera Carmen Moriyón, fue el concejal de Seguridad Ciudadana Esteban Aparicio. "Por precaución, y ante los precedentes, optamos por aplicar el protocolo, porque nos llegó el aviso de Salvamento de que el agua estaba marrón y había un mal olor otra vez; hemos tomado muestras y en unos días sabremos lo que había y lo que no había", valoró Aparicio.

Por su parte, David Alonso, edil de Xixón Sí Puede, aseguró sentirse "sorprendido". "Hasta que no se conozca el resultado de las pruebas, no se puede saber el origen", aunque a primera vista "no debería de tratarse únicamente de sedimentos arrastrados por el río Piles". Una vez que se conozcan los resultados de esos análisis, Alonso valora "investigar más a fondo" para conocer realmente si los sucesos tienen relación entre sí y a qué se deben. "La situación no cesa y, de cara al verano, puede ser mucho más preocupante", enfatizó, "es un problema que está ahí: no hay depuradora ni pozo de tormentas". Y fue más allá: "los que decían que no había que alarmarse, ahora parece que están nerviosos", asegurando que "la mejor forma de evitar alarmismos es dar información a la ciudadanía".

Doble de bacterias

Hacía unas pocas horas que el propio David Alonso había denunciado que el último fin de semana -tras el primer vertido fecal en San Lorenzo- se duplicó el máximo permitido de concentración de la bacteria e-coli para considerar el agua apta para el baño. "En la escalera 12 se detectaron 960 e-coli, mientras que el máximo permitido para considerar apta el agua es 500", explicó. Y eso que las muestras se tomaron un día después.

Por su parte, desde Ciudadanos, "cuestionamos las explicaciones ofrecidas en el observatorio de la Playa sobre el incidente sufrido el fin de semana pasado cuando se justificó por una fuerte lluvia de carácter torrencial registrada el sábado por la mañana y que terminó por arrastrar hacia el río Piles y el mar la suciedad acumulada en la red de drenaje", por lo que "reclamaremos que se efectúe una investigación en profundidad y más exhaustiva para determinar las causas concretas, así como las actuaciones a acometer en el corto plazo para evitar que esto vuelva a suceder".