Jesús Sánchez Adalid (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1962), se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura y realizó cursos de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció de juez durante dos años, tras los que estudió Filosofía y Teología. Es licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca y ha recibido importantes galardones como escritor, trayectoria que ha orientado hacia el género histórico. Ayer presentó en la antigua Escuela de Comercio "Los baños del pozo azul" (HarperCollins), ambientada en la ciudad califal de Córdoba con una trama tejida por y alrededor de una mujer, esposa y madre de califas que llevará al lector a visitar las peculiares callejuelas de la Córdoba califal y la suntuosidad de la Medina Zahara.
- ¿Por qué decidió centrar la historia en la Córdoba califal?
-Mi anterior novela, "El mozárabe", también se desenvolvía en ese mismo escenario. Es una época interesantísima de la historia de España por las muchísimas circunstancias que se sucedieron Veinte años después de "El mozárabe" quería volver allí pero no quería que pareciera algo oportunista después del éxito de la primera novela, esperé un tiempo. Y después tenía muy claro quien quería que fuera la protagonista.
- ¿Por qué una protagonista femenina?
-Ya como personaje de ficción me parecía interesantísima pero es que de Subh Um Wallad, la madre del califa, historiográficamente existen muchas referencias sobre ella y que los cronistas de la época le dieran protagonismo, a diferencia de lo que ocurre habitualmente con las mujeres, me llamó la atención. Todo lo que ocurre alrededor de ella es apasionante. Chocaba con la realidad de la madre de un califa. Resulta conmovedor que Córdoba le diera el apodo de "la señora", significa que llegó al nivel de lo que sería hoy día una 'celebrity'. Gobernaba su palacio y su servidumbre. Nunca antes se había visto a una mujer paseando a caballo por la ciudad.
- ¿Qué mensaje quería trasladar con la novela, más allá de la propia trama histórica?
-La protagonista se crió en un reino cristiano, totalmente diferente a la realidad que vivió después. Es un ejemplo de adaptación.
- Forma parte del patronato de la Fundación Paradigma que trata de poner en valor ejemplos positivos de convivencia entre el judaísmo, el cristianismo y la religión musulmana, ¿cree que es posible lograr ese objetivo hoy?
-No debemos renunciar a ello. La utopía es lo deseable. El entendimiento entre las tres religiones monoteístas hay que conseguirlo. Los ejemplos devastadores a lo largo de la historia del islamismo nos tienen desencantados pero no debemos perder la esperanza. Una mayoría de los islamistas no están a favor de esa imagen que se está dando de su religión a lo largo de los últimos años.
- ¿Es la Edad Media una de las etapas más oscuras de la Historia?
-Hay mucho que desconocemos porque normalmente nos quedamos en tópicos y en lugares comunes. Como otras etapas, ha tenido sus luces y sombras pero hay multitud de ejemplos luminosos. También el siglo XX ha sido el del progreso, la tecnología y todos los avances pero es también el de los 90 millones de muertos.
- ¿Por qué esperó veinte años entre una novela y otra?
-A veces la obra surge de una sinergia que ni el propio autor sabe explicar, unas veces juega un papel importante la nostalgia pero otras veces existen otras circunstancias. Llevaba cuatro años dándole vueltas a "Los baños del pozo azul". Me apetecía abordar un personaje femenino fuerte y me apetecía hacerlo bien. También juega un papel importante la madurez del escritor y creí que éste era el momento.
- ¿Faltan más referentes femeninos en nuestra sociedad?
-A cuenta del cine americano se ha otorgado una imagen maniqueo y simplificador a las protagonistas femeninas y cuando encarnan un rol importante se las hace capitanas de un ejército en lugar de que la mujer mantenga una personalidad afectiva, con capacidad de influencia y de cambiar el mundo. Y esos modelos hay que buscarlos.
- ¿Ha pensado en el Principado de Asturias como escenario de alguna de sus próximas novelas?
-El reino asturleonés y el inicio de la Reconquista es una etapa que a mí, como escritor, me parece muy interesante y está en la cabeza de este autor desde hace mucho tiempo. El verano pasado estuve en Asturias durante quince días. Habrá que esperar pero es algo me ha rondado hace un tiempo.
