"Tras varios años de vendaval de la derecha, el Gobierno está borrando ahora los daños infringidos a nuestro sistema sanitario". La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, aprovechó ayer su visita a la ciudad como ponente en unas jornadas de la Federación Socialista Asturiana (FSA) para anunciar sus dos retos más inminentes: la aprobación de la universalidad del sistema público de salud, ya en marcha, y la elaboración de un nuevo decreto con el que eliminará el copago farmacéutico para los usuarios con rentas por debajo de los 11.200 euros anuales y de los 11.900 en los casos de familias con hijos. "Trabajamos también en la eliminación de las barreras de acceso a productos ortoprotésicos y suprimiremos la ley de permite incorporar nuevos copagos en el transporte sanitario no urgente y en productos dietéticos. Desde el gobierno del PP hay dos millones de personas que no pueden retirar su medicina por no poder frente a su precio. Si todo va bien, tras la llegada de la primavera pondremos fin a eso", vaticinó.

El primer reto ya se puso en marcha en el mes de junio. "La universalidad en el acceso al sistema sanitario era una prioridad absoluta para nosotros, por eso lo impusimos por decreto. Ahora estamos trabajando en un proyecto de ley para mejorar esa propuesta. Lo que buscamos es que el derecho de acceso a la sanidad sea por razón de residencia, que cualquier persona que viva en el país pueda ser atendido por profesionales. La derecha suprimió este derecho alegando unos motivos económicos que, en realidad, fueron políticos", concretó.

La eliminación del copago, por su lado, pretende hacer "un mejor reparto equitativo de las riquezas". "En un decreto publicado esta semana amparamos también el acceso a productos ortoprotésicos, un tema que hasta ahora estaba sin tocar pero que hacía que muchos pacientes con discapacidad tuviesen que pagar cuantías a veces inasumibles para conseguir su silla de ruedas o su andador ", aseguró Carcedo.

En cuanto a los retos de futuro, la ministra anunció la elaboración de un plan de estrategia centrado en la atención primaria. "Habrá más plazas de perfiles especializados, que es la principal necesidad que vemos ahora. Este año ya lo hemos subido un 5%. Haremos especial hincapié en las áreas de Pediatría y de Medicina Familiar y Comunitaria, así como en la prevención de enfermedades y la incorporación paulatina de nuevas tecnologías. La demanda de la atención primaria soluciona ya el 90% de los problemas sanitarios, pero podría hacerse más y mejor", resumió.

El Gobierno elaborará también "dentro de muy poco" un plan de conexión entre los sistemas sanitarios de las comunidades autónomas españolas. "Vamos a unificar las bases de datos para que un paciente registrado en Gijón pueda ser atendido y acceder a su medicación si se va de viaje a otra comunidad. Las recetas emitidas aquí serán válidas en el resto del país y cualquier centro de salud podrá tener los datos de su paciente, sea o no de la ciudad", prometió. Carcedo explicó también que el Gobierno ya había dado sus primeros pasos en otro de los grandes retos sanitarios en materia de tratamiento: la medicina de precisión. "Tendremos siete centros en el país que aplicarán un medicamento concreto a niños con cáncer que no han encontrado cura con ningún otro método. Es una medida revolucionaria. Nuestra idea es implementar este tipo de medidas de forma ordenada y paulatina", sentenció la ministra.