La situación en el parque de Isabel La Católica es insostenible. Por tercera vez en el último año han robado una pareja de cisnes negros, y también a su cría, que se encontraban en la jaula donde duermen. "Lo que está ocurriendo en el parque es vergonzoso", denuncia el cuidador de aves del parque José Luis García, que exige medidas para evitar estas sustracciones que están diezmando la población aviar de este espacio verde de la ciudad.

Este nuevo robo se produjo de madrugada. Los dos cisnes negros y su cría fueron vistos por última vez el viernes. Cuando José Luis García acudió ayer sábado por la mañana a dar de comer a los animales se encontró con la desagradable sorpresa. "Siego e iba a darles de comer el verde y me encontré con que habían roto el candado y cortado parte del cercado de plástico para llevarse a la pareja de cisnes negros junto a su cría", lamenta. El trío de aves se encontraba en en uno de los cercados del lago, "porque a las crías hay que criarlas dentro del agua; están ahí porque hay que medicarlas y desparasitarlas y tienen que estar bien atendidas", relata. Es ahí cuando, por lo general, aprovechan los ladrones para llevarse a estos ejemplares que alcanzan un valor de 700 euros en el mercado.

El por qué de los robos, estima José Luis García, está en el beneficio económico. "Mi idea es que se los llevan por encargo de alguien, para hacer negocio con ellos después; no es que sea un animal que escasea, pero tampoco abundan mucho y es por eso que alcanzan esos precios, que una pareja llega a los 700 euros", relata, todavía con la tristeza por esta nueva pérdida. "El disgusto que tengo hoy no me lo quita nadie; vienes todos los días, sábados y domingos para atenderles y esto disgusta mucho", apunta.

En el último año, desde la pasada primavera hasta hoy, es el tercer robo de cisnes que se produce en el parque de Isabel La Católica. Siempre de una forma similar y con nocturnidad. El primero ocurrió contra una pareja de cisnes blancos y sus tres crías, que desaparecieron en agosto del año pasado. Después le tocó a otra pareja de cisnes negros con cinco crías. Ahora se suman otros tres ejemplares robados. En total son quince los animales de esta especie que han desaparecido del parque. Estos tres actos vandálicos están denunciados y existen ya investigaciones policiales abiertas para localizar a los posibles autores.

Cámaras de vigilancia

Cámaras de vigilanciaLa situación se vuelve insostenible, porque estos robos, además, no solo afectan a los cisnes del estanque, sino también al resto de aves que se exponen en el gallinero del parque gijonés. Es por ello que el cuidador José Luis García, cansado de estos disgustos y del perjuicio que supone para la ciudadanía, propone la instalación de cámaras de vigilancia en los puntos de conflicto del parque. En concreto, uno para el estanque de los patos y cisnes y otro en la zona del gallinero, a escasos metros. "Son las zonas más conflictivas y sería una buena solución poner cámaras, pero hay que tomar medidas ya porque esto es un perjuicio tanto para los gijoneses como para todas las personas que nos visitan y vienen a pasar un rato agradable al parque", apunta. También hay que tener en cuenta los daños ocasionados en las instalaciones para llevar a cabo estos asaltos nocturnos.

En un año, 18 pavos rales robados

El problema de los robos no solo afecta a los cisnes, también perjudica a todas las aves que alberga el parque de Isabel La Católica. Otra de las especies sensiblemente afectadas son los pavos reales, de los que han desaparecido 18 ejemplares solo en el último año. "Solo me quedan tres, cuando eran más de veinte", describe José Luis García.