Entre grandes medidas de seguridad y con cuidado extremo en el traslado y la manipulación, el Museo Casa Natal de Jovellanos ha recibido esta mañana a su invitado de honor: el cuadro del ilustrado gijonés obra de Francisco de Goya. Una obra maestra del pintor aragonés que el Museo del Prado ha cedido temporalmente a Gijón dentro de la "Gira por España" que algunas grandes obras de la pinacoteca madrileña están mostrando por España como forma de celebración de su bicentenario.

Esa cesión permitirá que de nuevo -desde mañana hasta el 8 de diciembre- se pueda ver en Asturias el imponente retrato que Goya le hizo al ilustrado. Y, además, ha servicio de aliciente y añadido al programa de actividades "Por Jovellanos", organizado por la Fundación Municipal de Cultura de Gijón. El programa se estrenó hace día con el inicio de la muestra "Difusión y Evocación. La colección de dibujos de Jovellanos". Un trabajo comisariado por el historiador Francisco Crabiffosse y que está dando realce a la colección de dibujos que Gaspar Melchor de Jovellanos reunió en la segunda mitad del siglo XVIII , uno de los conjunto artístico más singulares de la Europa de su época que fue totalmente destruido durante la guerra civil.

En cuanto al proyecto "De gira por España" del Prado, con la que la pinacoteca nacional celebra sus 200 años exhibiendo parte de sus fondos por las comunidades autónomas del país, al cuadro de Goya que ha llegado a Gijón se le suman préstamos de 12 obras maestras de la colección del Prado a diversos museos estatales o provinciales. Entre los lienzos elegidos que se pueden ver durante un tiempo aproximado de un mes en otras instituciones, hay pinturas de Tiziano, El Greco, Velázquez, Zurbarán, Murillo, Goya y Sorolla, entre otros.

No será la primera vez que esta pintura se pueda ver en Gijón el cuadro que hoy ha llegado de Jovellanos. En los últimos veinte años ha viajado de Madrid a Gijón dos veces: en 1998 para la exposición del bicentenario del nombramiento de Jovellanos como Ministro de Gracia y Justicia de Carlos VI; y en 2011, cuando el Prado lo cedió para la exposición "La luz de Jovellanos", que conmemoraba el bicentenario del fallecimiento del ilustrado gijonés. En la primera ocasión se pudo ver en los espacios del Antiguo Instituto, entre grandes medidas de seguridad, y la segunda en el Palacio de Revillagigedo, igualmente controlado hasta el extremo.