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MARÍA LIMÓN | Guionista radiofónica, educadora de la radio social

"La radio es una pieza educativa clave para los jóvenes absortos con las pantallas"

"Los chavales tienen muchas carencias en comunicación, y la escucha y las pausas son fundamentales para mejorar sus capacidades"

María Limón, en el estudio radiofónico del colegio Cervantes . Ángel GONZÁLEZ

La guionista radiofónica María Limón es una de las cabezas visibles del proyecto "Reporteras de buen rollo", una idea pionera para usar un arma tan antigua y certera como la radio para dar voz a quienes no la tienen y para educar a los más jóvenes en formas de comunicación que tienen olvidadas en favor del "mundo de las pantallas" de móviles y tablets. La idea nació en Sevilla con un grupo de mujeres de un barrio conflictivo y estos días se ha presentado en Gijón también desde la óptica escolar. "Cada vez más colegios e institutos se interesan por recuperar sus radios, y queremos poner nuestro granito de arena", explica Limón. El pasado miércoles, visitó el colegio Cervantes para hablar a los chavales de su experiencia y para animarlos a viajar a través de las ondas.

- ¿En qué consiste el proyecto "Reporteras de buen rollo"?

-Es un proyecto que surge de la radio comunitaria de Sevilla, al estilo de Radio Kras en Gijón, en la que hicimos un programa de radioteatro con actrices y directoras de teatro y queríamos trasladar esa experiencia tan rica para contar la realidad sevillana a un barrio más complejo, como es Polígono Sur, con una realidad más dura, en una zona muy estigmatizada y castigada con el relato de las drogas y la delincuencia. Pero allí también ocurren cosas maravillosas y queríamos que las mujeres, que son las que sostienen el barrio, lo contaran en positivo a través del radioteatro.

- ¿Es un anacronismo hablar en estos tiempos de radioteatro?

-Sí, de hecho tenemos un proyecto con chavales en un instituto de San Juan de Aznalfarache y les resulta muy chocante el mundo de la radio. Está claro que tenemos que renovar las fórmulas, estamos trabajando con códigos QR y mapas sonoros para que les llame más la atención. Con las mujeres de Polígono Sur es diferente, porque pertenecen a una generación y una realidad donde la radio convencional todavía es un elemento para la comunicación. No podemos olvidar que la radio es la herramienta que más se adapta a las nuevas tecnologías de todas, y eso tenemos que aprovecharlo en todas las vertientes posibles.

- ¿Cómo funciona con los más jóvenes?

-Como herramienta educativa creemos que es fundamental. El radioteatro nos está ayudando a trabajar la diversidad cultural, algo de lo que sabemos mucho en Sevilla, con muchísimos migrantes, a través de cuñas, "sketches" y teatralización. Se lo pasan bien y mejoran muchas carencias: en lectura comprensiva, lenguaje... La radio puede funcionar muy bien, pero tenemos que trabajar la parte digital, que es su mundo. Sintonizar la radio es para ellos algo muy ajeno, y por eso tenemos que renovar fórmulas, porque la radio sigue siendo clave: trabaja mucho las carencias de los chavales en la comunicación de los más jóvenes, que viven constantemente en Youtube y con pantallas . La escucha, el silencio de la radio, las pausas, para los niños en general de hoy en día es fundamental, porque no son capaces de mantener la atención más de cinco minutos. Hay que recuperar la radio en ese sentido, es muy útil para mejorar sus capacidades.

- ¿Qué beneficios tiene como herramienta social en el mundo actual?

-En nuestro caso concreto, mujeres que nunca habían tenido experiencias de participación social en los colectivos del barrio han visto cómo la radio las dotaba de una herramienta de comunicación que las ha ayudado a superar sus dificultades para hablar en público es una zona de mucha cultura gitana, con mujeres que están rompiendo moldes: al final, acabaron representando la obra teatral en directo delante de la gente en un teatro fuera del barrio, al nivel del Festival Internacional de Artes Escénicas de Sevilla y en el Festival de Cine Europeo de la ciudad. Poder expresar el barrio de otra manera ha sido para ellas una revolución, lo que da una idea de las posibilidades que sigue teniendo la radio.

- ¿Ha sido positiva la acogida social?

-Hemos hecho una "gira" por el barrio con representaciones del programa piloto, con un trocito de Lisístrata y con la denuncia de problemas de la zona. Fue muy ampliamente aceptado, la gente se lo pasó muy bien, ha sido una gran experiencia.

- ¿Cuál es ahora el reto de este proyecto?

-Nuestro objetivo es plantar semillas en otros lugares donde se esté recuperando el radioteatro, porque puede ser una herramienta muy poderosa y creativa, porque también se trabaja la desinhibición, la creación de personajes, lo simbólico como fórmula para contar cosas que dan pudor desde la realidad propia. Queremos extenderlo a otras ciudades.

- ¿Hay mucha gente trabajando en esta línea?

-Yo creo que sí, cada vez más centros escolares están intentando recuperar aulas como estudios de radio porque es barato, se adapta a los medios de los centros, a las nuevas tecnologías y los resultados son muy buenos. Hay que animar a que así sea.

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