Natural Mining Resources (NMR), empresa que se dedica al transbordo de carbones en el puerto de El Musel, ha comenzado a desviar cargamentos al puerto de La Coruña ante las esperas de sus barcos para descargar y cargar en el puerto gijonés, según indicó ayer la dirección de la compañía.

La empresa había advertido, el jueves de la semana pasada, que se vería obligada a desviar a otros puertos parte de los 4 millones de toneladas anuales que prevé mover este año por El Musel (entre descargas y cargas de carbón), con la posibilidad de acabar abandonando en una segunda fase la dársena gijonesa. La empresa considera que hacen falta más estibadores en El Musel para atender con celeridad sus operaciones y plantea que si no se aumenta la plantilla de la sociedad de estiba, se permita que sean trabajadores de la compañía que le presta los servicios los que refuercen las operaciones.

Responsables de la empresa aseguraron que ya han enviado al puerto de La Coruña un primer cargamento que querían haber descargado en Gijón, de 44.000 toneladas, y sopesan desviar a la dársena gallega otros tres barcos cuyos cargamentos suman unas 230.000 toneladas. Uno de esos barcos ya está fondeado frente a El Musel, el segundo en camino y el tercero cargando en un puerto del norte de Europa.

"En Coruña no tenemos ningún problema", señalan desde la compañía, que en el puerto gallego está operando con el Grupo Nogar (Ceferino Nogueira).

La dirección de El Musel ha intermediado en el conflicto y ha informado a Natural Mining Resources de que la sociedad de estiba gijonesa está en vías de incrementar su plantilla en 10 trabajadores con la posibilidad de otros cinco más adicionales. El problema está en que antes de dar ese paso la sociedad de estiba de El Musel tiene que completar su transformación en un centro de empleo portuario, una ETT, para dar cumplimiento a la sentencia europea que obliga a liberalizar el servicio de estiba y desestiba en los puertos españoles.

Ese proceso de transformación culminará previsiblemente a finales del próximo mes de febrero. Hasta entonces no se prevén incorporaciones de personal y los 45 estibadores que hay en El Musel se tienen que repartir entre todos los clientes del Puerto.

La situación está provocando demoras en la carga y descarga de los barcos carboneros, lo que está originando pérdidas de unos 16.000 dólares por barco y día de retraso respecto a las previsiones de la compañía.