El único acusado por el crimen de la limpiadora gijonesa Lorena Dacuña continúa todavía en el módulo de ingresos de la cárcel de Asturias por motivos de seguridad, donde cumple hoy un mes de encierro desde su regreso a prisión -estuvo durante casi tres años condenado por malos tratos a otras parejas- por matar a cuchilladas a su expareja en un piso de la calle Callao, en La Calzada. José Manuel Sánchez Merino, camarero gijonés de 41 años y autor confeso, se encuentra acompañado, además, por dos presos de confianza a la espera de conocer su destino en prisión, que podría llevarle lejos de la región, a otra cárcel del país. Mansilla de las Mulas es el destino más probable.
El módulo de ingresos, como su propio nombre indica, está destinado a los presos recién llegados a la cárcel o para aquellos que están cerca de lograr su libertad. El Reglamento Penitenciario establece un máximo de cinco días en esta estancia antes de que el reo sea derivado a otro módulo de la prisión. No obstante, esas mismas normas establecen que ese tiempo "podrá prolongarse por motivos de orden sanitario o para preservar su seguridad". Esta última opción es la que ha primado en el caso de Sánchez Merino para mantenerse en el módulo de ingresos un mes después de su regreso, por temor a que le agredan o a que intente lesionarse.
En esa primera etapa, el preso se somete a diversas entrevistas con un médico, un psicólogo y un trabajador social del centro penitenciario para que analicen tanto su perfil criminal como el perfil social. Así, tras ese tiempo en la antesala de prisión se decide a qué nuevo módulo interior se le enviará. En este caso, la opción más idónea para garantizar su integridad es la de continuar en el mismo sitio en el que entró el 7 de febrero después de que el Juzgado de Violencia de Gijón -instruye esta causa- decretase prisión provisional, comunicada y sin fianza por un delito de asesinato.
Una de las posibilidades ahora es que José Manuel Sánchez Merino pueda ser trasladado a otra cárcel, igual que ocurrió con Javier Ledo Ovide (acusado de matar a la gijonesa Paz Fernández Borrego en Navia) que se encuentra en la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas. De hecho, según ha podido saber este periódico, ese podría ser el destino del responsable de la muerte de Lorena Dacuña.
Solo una salida
Solo una salidaDesde que Sánchez Merino entró en prisión acusado del crimen de su expareja -lo reconoció poco después de ser detenido por la Policía Nacional en el piso de la calle San Luis- solo ha salido una vez. Fue el 19 de febrero y exclusivamente para someterse a un examen de los especialistas del Servicio Interdisciplinar de Atención a las Drogodependencias (Siad). Este individuo era consumidor habitual de cocaína. De hecho, la noche del crimen también había ingerido la misma sustancia.
Por su parte, la instrucción judicial sigue su curso para poder llevar ante el jurado popular a Sánchez Merino. Contra él ya figuran como acusaciones el Ministerio Fiscal y la familia de Lorena Dacuña. A ellas se sumaron ya la Asociación de Abogadas para la Igualdad y Abogacía del Estado. El hermano de la fallecida, representado por la abogada Salomé Miranda, confía en que este sea "el último crimen" del abogado gijonés. También que todo el trabajo que entraña este proceso judicial -podría demorarse más de un año- sirva también para lograr "una condena ejemplar". Lo que es seguro es que José Manuel Sánchez Merino esperará por todo ese trámite cumpliendo prisión preventiva.
