La "Semana negra" de Gijón, por la que pasaron más de medio millón de visitantes en su edición del año pasado, mantiene la convocatoria para este año a pesar de la crisis del coronavirus. La organización resalta que el festival se celebra al aire libre y que para cuando abra sus puertas en el mes de julio espera que ya no haya rastro de "la paranoia" que, en opinión del director del certamen, Ángel de la Calle, el virus originado en China está causando en la sociedad.

El director del evento cultural y festivo ofreció ayer un avance de las actividades previstas para la edición de este año y de los autores invitados, en una comparecencia en la que estuvo acompañado por el concejal de cultura del Ayuntamiento de Gijón, Alberto Ferrao.

A la pregunta sobre si cree que la epidemia de coronavirus puede afectar a la celebración de la Semana Negra, Ángel de la Calle respondió: "Espero que no, porque es un festival que se celebra en la calle. Si no se pueden hacer festivales en la calle estamos muy mal y supongo que para entonces ya habrá pasado la paranoia".

De la Calle matizó que, no obstante, la dirección del popular evento gijonés está "a disposición de lo que digan las autoridades de Gijón y las sanitarias". La organización del evento también se ha interesado por el estado de salud del escritor chileno Luis Sepúlveda, ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias tras haber sido contagiado de coronavirus durante un congreso literario en Portugal.

La pregunta sobre la posible incidencia de la crisis del coronavirus llegó después de la prolija enumeración de actividades y nombres con los que contará esta edición, entre los que habrá "muchos italianos", según indicó el representante del certamen cultural. Italia es el país europeo en el que se han producido un mayor número de contagios, lo que ha llevado a sus autoridades a adoptar medidas de restricción de actividades con gran afluencia de público, así como a vaciar las aulas de sus centros educativos.

En el aspecto puramente cultural, la edición de la "Semana negra" de este año contará con la presencia de unos 150 autores, entre los que destacan Javier Cercas y Manuel Vilas, ganador y finalista del premio "Planeta" de este año; la ganadora del premio "Nadal", Ana Merino (que es pareja de Vilas) y Petros Márkaris, uno de los grandes autores europeos de novela negra.

El cartel con el que se promocionará la XXXIII edición de la "Semana negra" es obra de la ilustradora y dibujante de cómic italiana Lorena Canottiere, premio Artemisa 2019 por su obra "La Verdad", ambientada en la Guerra Civil española y que será una de las autoras del país transalpino que acudirá en julio a Gijón.

El certamen congregará en Gijón a escritores de una decena de países. La novela negra será el eje central del certamen, en su faceta cultural, pero también incluirá actividades relacionadas con la novela histórica, con la ciencia ficción y literatura fantástica, la poesía, el ensayo, el cómic y la fotografía, en este último caso con una exposición de imágenes de la "Semana negra" tomadas por el recientemente fallecido Luis Morilla, fotógrafo de la "Semana negra" y "A quemarropa".

El certamen cultural contará con actividades de promoción de la lectura, con una mesa redonda sobre protagonistas LGTBI en la novela negra, con charlas sobre los republicanos españoles que sobrevivieron en los campos de concentración nazi de Auschwitz y Mauthausen o con la sección "Transgresoras", inaugurada en la edición del año pasado en la que autoras hablarán sobre mujeres que, al transgredir en su tiempo con su actitud o trabajo, hicieron avanzar los caminos de la igualdad entre sexos.

En el aspecto lúdico, el certamen gijonés contará como siempre con conciertos musicales gratuitos, además de las habituales atracciones feriales y oferta hostelera en chiringuitos.