Nuevo caso con "okupas" en pleno centro de Gijón después de los conflictos recientes de las calles del Carmen y Numa Guilhou. Esta vez ha sido en un edificio de la calle Libertad, en la esquina con la calle Asturias, en el que al menos tres individuos cortaron la cadena y el candado que custodiaba el portal para instalarse contra la voluntad de la dueña de este inmueble que lleva varios años deshabitado por culpa de los problemas de estructura, según explican los comerciantes cercanos. La Policía, que acudió el sábado por la noche ante la denuncia de la propietaria, identificó a los "okupas" y envió las diligencias al juzgado, que será quien deba decidir si les expulsa o no del edificio en el que han entrado de forma ilegal.
Los tres individuos que, al menos, pudo identificar la Policía Nacional el sábado por la tarde rompieron el candado para poder acceder al número 22 de la calle Libertad, un edificio al que accedieron también con varios de sus perros. "Llevo aquí trabajando varios años y siempre ha estado vacío ese edificio, pero el jueves pasado fue cuando pusieron el candado; no sabemos de quién es ni quién lo cerró", explica una comerciante de la zona.
Los nuevos inquilinos del inmueble, ilegales, se percataron del candado y no dudaron en usurpar las viviendas para instalarse a vivir en pleno centro de la ciudad. Para protegerse, relatan los comerciantes, dejan a sus perros en el portal porque así "si entra alguien les da tiempo a esconderse porque les avisan". No obstante, aseguran, "el piso lleva años cerrado porque se supone que no está en condiciones para vivir allí".
El sábado por la tarde fue cuando la dueña del edificio se percató de la presencia de los "okupas" y alertó a la Policía Nacional, lo que provocó un enorme revuelo en la zona de la calle Libertad, en el tramo entre las calles Langreo y Asturias. Sobre las siete y media de la tarde se desplazaron hasta el lugar varias patrullas. Entraron al inmueble e identificaron a los allí presentes para dar traslado de las diligencias efectuadas al Juzgado, que será quienes determinen si se trata o no de un delito y, en caso afirmativo, dar la orden de desalojo.
Los investigadores, al tiempo, también vieron en la vivienda una bicicleta que por sus características no encajaba en el edificio y tomaron buena cuenta de sus características, aunque por el momento no se ha denunciado ninguna sustracción.
Casos habituales
El problema de los "okupas" en el centro no es nuevo. El pasado abril varios individuos provocaron al menos dos incidentes -uno de ellos con un hacha por el medio- en la calle Numa Guilhou que se saldaron con tres detenciones. Luego, los dueños lograron tapiar la entrada y bajos comerciales para evitar que volviesen.
A ese caso se suma el del edificio de la calle Carmen, junto a la plaza del Presi, que va camino de perpetuarse. La dueña de ese edificio explicó a este periódico que lleva "desde 2015 intentando echarlos" y que pese a tener una sentencia favorable no lo ha logrado.
