La espera se ha hecho larga y dura. Tanto en lo económico como anímicamente. Pero los artesanos de Asturias ya se han vuelto a poner en marcha una nueva edición del Mercado Artesano y Ecológico en la Plaza Mayor de Gijón con importantes medidas de seguridad por culpa del covid-19 pero con las mismas ganas y clientes de siempre que les estaban esperando. "Había muchas ganas de volver, es bueno para la ciudad y supone un pequeño pasito hacia la normalidad", valora Javier Ruiz-Cuevas Montes, presidente de la Asociación Mercado Artesano y Ecológico.
El evento tradicional de los fines de semana frente al Ayuntamiento comenzó ayer sábado por la mañana con la colocación de los puestos, que por culpa de los nuevos protocolos contra la pandemia sanitaria se han visto reducidos de 60 a 26 firmas. Eso sí, ahora ocupan toda la superficie de la plaza Mayor, con un perímetro vallado y tan solo dos puntos de acceso: uno de salida (por la calle San Bernardo) y uno de entrada (en frente de la calle Acacia). Es en este último punto donde un responsable del mercado recibe a los visitantes con guantes, geles y hasta mascarillas para todos los que quieran entrar. "Muchos ya vienen con mascarilla, pero otros nos preguntan si son obligatorias; nosotros por si acaso las ofrecemos", explica Ruiz-Cuevas, que asegura que se está encontrando "mucha colaboración" de los ciudadanos para mantener la seguridad. "No ha habido aglomeraciones y además la gente se está portando", afirma una de las vendedoras del mercado, contenta de poder regresar.
Estas nuevas medidas podrían provocar un descenso de usuarios, pero nada más lejos de la realidad. En todo el día de ayer pasaron 1.738 personas por el nuevo recinto. "De esta forma podemos controlar el número exacto de personas; antes como cada uno venía por un sitio era imposible", revela el presidente de la asociación. ¿Son muchos o pocos? A juzgar por los testimonios de los artesanos presentes "no paro de atender clientes de siempre". Son palabras de José Ignacio Corte, de embutidos "El Remedio", de Nava, que es uno de los veteranos del mercado. "Yo ya empecé a venir cuando se hacía en Cimadevilla, y aquí cada uno tenemos nuestros clientes que estaban esperando ya para venir; están todos respondiendo", afirma.
Uno de esos ejemplos de fidelidad es la gijonesa Belén Gutiérrez, que no dudó en volver por sus fueros. "Vengo casi siempre, porque hay buen ambiente y también buenos productos de gastronomía y de la huerta; tenía muchas ganas de venir ya y poder ayudarles", apunta. Otro ejemplo de ansias por reactivarse es Emma Álvarez, que vende huevos de su granja de Morcín. "Lo estaba deseando, tanto a nivel personal por ver a los compañeros como a los clientes fijos que todos tenemos", aporta. "No esperaba que pudiésemos venir en mayo, pero para nosotros ya era imprescindible así que es muy buena noticia que ya estemos aquí", añade Álvarez.
La variedad del mercado permite encontrar todo tipo de artículos, desde decorativos hasta alimenticios. "Soy artesano de vidrio, pero aquí todo lo que traigo tiene la particularidad de que todo es realizado con botellas de sidra recicladas, por eso mi puesto es tan verde", bromea Claudio Garigliano, que un mes antes del estado de alarma había abierto tienda física en Gijón para vender su cristalería. "Estoy teniendo buena aceptación, y no está mal como toma de contacto, pero era fundamental empezar para que no se olviden de nosotros; deben estar tranquilos y saber que cumplimos con todas las medidas de seguridad, que no tengan miedo de venir", invita Garigliano.
El Mercado Artesano y Ecológico abrirá sus puertas otra vez hoy domingo, con horario de 11.00 a 15.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas.
