Las obras de remodelación de las aceras traseras del barrio de Portuarios paralizadas a finales del mes pasado por petición de la constructora a puesto en guerra a los vecinos, que lamentan que el propio parón se haya hecho “a espaldas” de la asociación y que el cese de las labores no haya llevado consigo una mínima adecuación de la zona. “Decían que pedían parar dos meses por el mal tiempo, pero dejaron agujeros hechos pegados a las casas y ahora ya hay problemas serios de humedades en muchos sótanos”, lamenta Rita Rendueles, líder vecinal de la zona, que explica que sí había hablado con el Ayuntamiento sobre parar las obras durante dos semanas pero que el parón final de dos meses tuvo que leerlo en la prensa. “Estamos hartos”, critica.

El aplazamiento se acordó en Junta de Gobierno el pasado 30 de diciembre a petición de Alvargonzález Contratas, S.A., que había empezado a trabajar a inicios de mes con un presupuesto de 60.493,21 y un plazo de ejecución de tres meses. El día 16 de diciembre la empresa ya pidió la paralización temporal, alegando motivos meteorológicos, provocando también la demora de las obras de renovación de la red de abastecimiento por parte de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), que coincidían en ubicación y tiempo con la obra de renovación de aceras.

Rendueles ya adelanta “que la cosa no se va a quedar así”. “Es que no se han llevado ni los escombros”, señala. Pedirá una reunión con la Alcaldesa y tratará de movilizar, según lo vaya permitiendo la pandemia, a los vecinos. “Quiero picar piso por piso porque tenemos que hacernos valer. No todo el dinero tiene que destinarse al centro”, asevera. “Los que vivimos aquí queremos estar en un barrio decente. Ni siquiera consultaron con nosotros cómo hacer la obra porque empezaron por el medio; lo lógico sería haber empezado arriba para frenar ya parte del agua que luego baja. Esta zona es tan húmeda que resbala”, concluye.