El diputado nacional de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, anunció esta mañana que volverá a asistir a las reuniones de la Comisión Directiva de Foro Asturias tras 14 meses de ausencia de la misma. Oblanca explicó que mantuvo el pasado lunes en la sede de Foro una reunión con la presidenta del partido, Carmen Moriyón, para normalizar la situación. “Fue una reunión cordial, sin reproches en absoluto, en la que me dijo que se alegra de corazón de la vuelta a la normalidad”.

El diputado se a realineado dentro del conflicto interno en Foro Asturias surgido del enfrentamiento por el control del partido entre la actual presidenta y quien fuera su antecesor en el cargo, Francisco Álvarez-Cascos. Oblanca se posicionó inicialmente del lado de Cascos, a quien le unía una larga relación en la vida política. El diputado eludió responder a la pregunta sobre si el distanciamiento de Cascos se originó a raíz de la declaración judicial de Oblanca respecto a la supuesta sede del partido en Madrid. Oblanca indicó que “asumo en la parte que me toca mis contradicciones, porque no he sido precisamente blando en mis críticas hacia la presidenta de mi partido, pero miro hacia adelante y trataré del tiempo que me toque estar representando a Foro, hacer honor a los colores”.

Oblanca respondió a estas preguntas en una rueda de prensa que ofreció hoy con el diputado autonómico Adrián Pumares para explicar la posición del partido en materia de costes energéticos para la industria asturiana.

Respecto a su retorno al órgano directivo de Foro Asturias, el diputado nacional explicó que en su reunión con Moriyón “por ambas partes y desde luego por la mía, creo que lo correcto, que lo normal es tratar de normalizar la relación de un partido político como Foro y su único diputado y desde luego por mi parte no voy a dejar de hacer ese esfuerzo o ese intento y desde luego no voy a ser ningún obstáculo para tratar de normalizar una relación con mi partido que, además, soy el primer beneficiado, porque estoy solo en el Congreso, con todo lo que eso supone de trabajo”, con lo que le vendrá muy bien “ser arropado por mis compañeros de partido”.

Aunque Oblanca eludió responder si su distanciamiento de Cascos tiene que ver con su declaración judicial sobre el pago por Foro durante 27 meses del alquiler de un inmueble en Madrid a la entonces esposa de Cascos, María Porto, –como sede del partido pero que en lugar de un letrero anunciando que era la sede de Foro había una placa de la empresa de Porto, según dijo Oblanca ante el juez– Oblanca sí lamentó hoy la existencia de “cuitas internas, que en mi partido desgraciadamente en los últimos meses se han trasladado al ámbito judicial, que es lo peor que le puede pasar a una organización política, que las discrepancias entre compañeros no se diriman en la sede de los partidos y en el ámbito del partido, si no que se diriman en instancias judiciales. Bueno, a mí eso no me gusta”, señaló.

Oblanca explicó que el motivo para esquivar la pregunta sobre su declaración ante el juez es que “debo ser respetuoso con todas las iniciativas que se están dirimiendo en los juzgados y por tanto eludo hacer ningún comentario”.

Respecto a si considera que Carmen Moriyón tenía razón cuando inició el proceso judicial por la sede del partido en Madrid, el diputado de Foro señaló que “es una decisión que tomó la Comisión Directiva de mi partido, y yo la respeto” porque además parece que fue tomada sin votos en contra.

Oblanca recordó que el 18 de enero se cumplieron diez años de la andadura de Foro y que su relación con Cascos se remonta a 1983, apuntando respecto a él que “tengo una gratitud y una consideración personal a su lado por lo muchísimo que me ha ayudado también y sin su ayuda yo no hubiera podido realizar la carrera política que he realizado”. El diputado reconoció que su partido ahora mismo “no está atravesando sus mejores momentos”, pero resaltó que tiene fortalezas, como su presencia en ayuntamientos importantes como Gijón, la presencia de Adrián Pumares en la Junta General del Principado y la suya propia en Madrid, señalando que no hacer un esfuerzo de coordinación “sería imperdonable”.

Respecto a Cascos sí apuntó que desde 1983 tuvo desavenencias con él, unas desavenencias que “mes las reservo”, unos desencuentros que por otra parte nunca en ese tiempo habían trascendido públicamente.

Adrián Pumares consideró “digno de elogio y de reconocimiento” que Oblanca haya asumido sus “contradicciones” y consideró bueno para el partido y para Asturias la coordinación entre el diputado nacional, él mismo y con el partido.