Las protestas de los vecinos en Granda y de los grupos de la oposición en el Ayuntamiento no frenan, por ahora, el proyecto de ubicar una estación de la ITV en la parroquia. Una estación que lleva el adjetivo de “provisional” en el proyecto que la gerencia de la Inspección Técnica de Vehículos de Asturias (Itvasa) acaba de sacar a contratación. El valor estimado del contrato es de 394.248 euros, que se eleva a 477.000 con los impuestos. El plazo de ejecución es de 70 días.

El proyecto diseñado por el arquitecto Juan Ramón Fernández-Tresguerres plantea una reforma sobre 2.391 metros cuadrados de los 3.500 de superficie que tiene la planta baja del actual edificio. No habría actuaciones ni en la entreplanta ni en la planta primera. El edificio, colindante con el matadero, fue proyectado en 1974 y sufrido varias ampliaciones. Su destino original fue industria cárnica. Hace unos meses la Cooperativa se la vendió a Itvasa. El planteamiento de la reforma, tal y como se puede leer en la memoria del proyecto, “es la creación sobre la edificación existente de una estación ITV que durante algunos años –de manera provisional, por tanto– pueda realizar las labores de inspección técnica de vehículos ligeros, así como de motos y quads”.

El plan de obra incluye desarrollar seis líneas de inspección de vehículos ligeros con, en cada una, los equipos de alineador, compacto compuesto por frenómetro y banco de amortiguadores, foso con acceso individualizado mediante escalera, y dotado con gato hidráulico y cuatro placas de detección de holguras y una cabina para control de las emisiones gaseosas dotada de dos portones elevables ligeros para acceso y salida. Todo eso sobre una zona diáfana de la nave actual. Un espacio ahora ocupado por una cámara frigorífica se convertirá en zona de inspección de motos y quads y se reutilizará la zona de oficinas para ese mismo uso. La zona destinada al personal que trabaje en la ITV tiene comedor y vestuarios para personal femenino y masculino con reserva de 5 y 30 taquillas, respectivamente.

El proyecto incluye una mínima actuación en la urbanización que se “centra en habilitar los espacios de acceso y salida al edificio en su entorno más próximo y solamente en las zonas imprescindibles”. Las empresas interesadas en hacer esa obra tienen hasta el 10 de marzo para hacer sus ofertas.

Mientras, el Ayuntamiento ha iniciado la gestión de la licencia dejando bien claro a quienes se oponen al proyecto la cobertura que le da el Plan General de Ordenación (PGO), al calificar ese suelo como industrial. Desde Ciudadanos –cuyo coordinador Manuel Iñarra y los concejales Rubén Pérez Carcedo y Mara Simal se reunieron ayer con los vecinos– se exige que antes de conceder esa licencia municipal se haga un estudio de tráfico y accesibilidad. Pérez Carcedo entiende que la ubicación de la ITV en Granda no se ajuste a la legislación vigente sobre normas de instalación de este tipo de equipamientos. El edil hace mención explícita a un real decreto de 2008 que establece como requisito obligatorio que esas estaciones estén situadas “en lugares de fácil acceso y en los que el flujo de vehículos a la estación no provoque conflictos de tránsito en la zona”. Algo que para el edil de la formación naranja no se cumple en Granda “ya que para acceder a esa estación se tiene que transitar por varias vías rurales que no están acondicionadas ni preparadas para soportar todo el tráfico que se derivaría de esta instalación”.

El incremento del tráfico es una de las quejas que, desde el primer minuto, han planteado los vecinos que rechazan la ubicación de Granda. Con este proyecto Itvasa buscaba dar una alternativa al atasco que su instalación de Tremañes tiene desde hace tiempo. La inversión global de la iniciativa ronda los 2,2 millones entre la compra del terreno, la reforma de la nave y la compra de la maquinaria. El plan es que abriera en verano.