Una pomarada de gestión vecinal junto a una ruta gastronómica en ocho espacios

Solventar esas carencias, al tiempo que reordenar la movilidad en el eje Fomento-Poniente, dan lugar a una serie de acciones que suman 10,2 millones de euros. ¿Qué proponen? Para empezar, igualar todo el paseo con un pavimento de granito amarillo atlántico que “da color, alegría y personalidad a un espacio dominado ahora por tonos grisáceos, y que ofrecerá una continuidad de recorrido en torno a los espigones y diques de la zona”.

En el tramo de Rodríguez San Pedro se opta por eliminar los aparcamientos en superficie, distinguir el carril bici, ampliar el espacio para el peatón (tres metros mínimos) junto a las fachadas de vivienda y restringir la circulación de vehículos a los accesos a garajes y al autobús urbano a través de calzadas reconvertidas en calles de coexistencia y plataforma única. Algunas vías, como la travesía del Fomento, se peatonalizan y se incorporan a entornos peatonales tanto el Museo del Ferrocarril como el antiguo Banco Urquijo.

Además, el entorno del Acuario se convierte en una plaza de planta circular con un escenario para actividades culturales y de ocio rodeado de espacios de césped, se singularizan los Jardines de la Reina y el entorno de la Oficina de Turismo con un pavimento específico y en las inmediaciones de la Cuesta del Cholo se crea un graderío de granito al que se da continuidad con unas gradas sobre el mar, construidas mediante pilotes y plataforma en madera.

La arborización es una de las cuatro estrategias que fijan los creadores de “Al mar prestai Xixón” y por eso a los más de 300 árboles ya existentes se le sumarán otros 260 manzanos. Una elección que busca vincular el paseo con la sidra como seña de identidad de Asturias. La idea es que sean los vecinos quienes se encarguen de cuidar de esa pomarada al estilo de un huerto urbano “similar a los ‘apple trees’ de ciudades como Manchester”.

Una de las curiosidades de la propuesta es que quiere facilitar el conocimiento de la zona tanto al visitante como al residente a través del diseño de rutas: tres esenciales. La ruta marítima se marcaría con una tira de led alrededor de la playa de Poniente con una vista en planta semejante al itinerario de Elcano en la vuelta al mundo y con la intención de evocar el pasado marítimo en Gijón. La ruta gastronómica la marcarían ocho espacios acristalados de 75 metros cuadrados ubicados en puntos estratégicos de la zona y compartiría ubicaciones con una ruta del patrimonio donde se pondrían en valor tanto los museos de todo el entorno como esculturas tan populares como las Letronas o el denominado “Árbol de la sidra”.

Más ideas: las escaleras a Poniente se rediseñan con forma de ola y el muro del espigón se reconvierte en otro graderío, se propone la ubicación de 145 bancos, 100 papeleras y 500 aparcabicicletas, además de 40 ‘chaise longues’ en torno a la playa y un nuevo modelo de barandilla. Y se formulan cinco nuevos parques infantiles y dos parques biosaludables.