Con la única compañía de un piano, la tierna puesta en escena con la que el rapero Nach se subió ayer a las tablas de la Laboral no evitó que pudiese lucir la rebeldía de su fuerza al micrófono. El artista, que se vino a Gijón por el festival Metrópoli, quería “hacer volar” al público gijonés tras los estragos del virus. Y lo hizo con breves monólogos y varios consejos para recuperar el ánimo tras la pandemia. “Nos ha separado. Os recomiendo buscar la esperanza en cualquier sitio”, les dijo.
El repertorio incluyó temas para todos los gustos. Sonó “Amor libre”, dedicado a “los que se han besado con este tema de fondo”, pero también “Me cago en el amor”, para los menos románticos. En “Anochece/Manifiesto”, incluso se bajó del escenario para chocarle la mano a parte del público. Y, como guiño a sus incondicionales, incluyó en el repertorio “Efectos vocales”, uno de sus temas más conocidos. “En esta me tenéis que ayudar”, solicitó. Y todo el teatro se puso a cantar.