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Los comerciantes piden al Ayuntamiento que frene la conversión de bajos en trasteros

l La supresión de escaparates “mata las calles”, asegura el sector | La práctica, más habitual en los barrios que en el centro, está regulada

Un local reconvertido en trasteros en la calle Jovellanos.

La Unión de Comerciantes del Principado de Asturias ha planteado en el seno de la mesa de concertación social de Gijón (donde también hay representantes del gobierno local, la patronal FADE y los sindicatos UGT y CC OO) que se regule el uso de bajos comerciales para evitar que los que se transformen en trasteros o en viviendas turísticas locales ubicados en calles tradicionalmente comerciales u hosteleras. Una transformación que, cuando se produce, reduce el tránsito de personas por las mismas, perjudicando al resto de comercios y otras empresas que haya en esas aceras, según dice el sector. Que el local que deja de ser comercio se destine a otra actividad capaz de generar importantes flujos de personas es la alternativa que se plantea desde la Unión frente a un uso residencial o como almacenamiento de enseres.

La Unión de Comerciantes planteó esta inquietud en una de las reuniones de la mesa de negociación celebrada hace unas semanas, sin que se profundizara en ella en un encuentro ayer en el que se abordaron otros asuntos, relativos a digitalización y empleo. Las fuentes consultadas explican que la petición formulada por la Unión de Comerciantes no se incluirá como punto fundamental de la concertación social, dado que se trata de un asunto que implica directamente al área de Urbanismo del Ayuntamiento, mientras que la representación municipal en la mesa se centra en las áreas económica y de empleo. Pero sí se derivará a otras instancias municipales.

La preocupación por la transformación de antiguos locales comerciales en trasteros ha calado hondo en la Unión de Comerciantes, hasta el punto de que ha solicitado al Ayuntamiento que ponga freno a esta práctica. Según expuso el colectivo en las reuniones de la concertación social, se viene detectando de manera importante desde hace tres años, con mayor incidencia en calles comerciales de los barrios. Aunque asegura que también se da en el centro de la ciudad, en algunos casos, en bajos que antaño albergaban negocios consolidados o muy populares entre los gijoneses.

“Es un tema que tienen que tener (el Ayuntamiento) sobre la mesa porque es importante, porque mata la vida de las calles completamente el pasar a tener una pared ciega con una puerta de hierro en vez de un escaparate con la luz encendida”, abundó ayer Sara Menéndez, quien apuntó la seguridad que aporta a las calles, en especial en los barrios, la presencia de locales comerciales. “No queremos perder esa seguridad”, añadió la presidenta de la Unión de Comerciantes a preguntas de este diario.

Puestos a dar una salida distinta a los locales comerciales que quedan en desuso, desde la Unión de Comerciantes se plantea que se busquen alternativas que aporten un flujo de personas a la calle, propiciando la implantación en los mismos de otras actividades económicas, aunque no sean comerciales, en lugar de convertirlos en trasteros o en pisos turísticos, lo que desde el sector se considera que contribuye a desertizar las calles.

La conversión de bajos comerciales en viviendas turísticas es algo que se está propiciando en ciudades como Barcelona. La Unión de Comerciantes considera que tanto en Gijón como en otras ciudades asturianas se pueden buscar salidas distintas. La respuesta inicial que ha dado el Ayuntamiento ante la propuesta lanzada en la mesa de concertación es el compromiso a analizarla de forma “pausada”. La transformación de bajos comerciales en viviendas o en trasteros está regulada en el Plan General de Ordenación (PGO), con condiciones diferentes en cada caso.

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