El Ayuntamiento de Gijón ha recopilado informes en sus concejalías de Urbanismo y Medio Ambiente como eje a sus alegaciones ante el Principado de Asturias por el proyecto de la firma MPD Fluorspar de realizar 23 sondeos en el valle que une las parroquias de Lavandera, La Pedrera, Vega, Baldornón, Fano y Caldones, en busca de fluorita y con la idea de ampliar la explotación de La Collada, en Siero. Una iniciativa que ha movilizado a esa parte de la zona rural gijonesa.
El informe de la sección técnica de Urbanismo ya anticipa que cuatro de los 21 sondeos que se plantean en suelo de Gijón –los otros dos están fuera del territorio local– no serían autorizables en base a la aplicación del actual Plan General de Ordenación. Eso sí, ya que el PGO no tiene una regulación específica sobre sondeos o investigación asociada al uso de industria minera en suelo no urbanizable se ha analizado la actividad solicitada como si se tratase de la propia actividad minera, que sí está regulada. La edil socialista Dolores Patón, responsable de Urbanismo, dio ayer estas explicaciones en comisión a preguntas de Rubén Pérez Carcedo, de Ciudadanos
Una de esas catas que no serían autorizadas lo es por estar en suelo de especial protección como zona inundable. Y el resto son las que se plantean en suelo clasificado como núcleo rural al entender la responsable de la sección técnica de Urbanismo de que al no estar la actividad minera entre los usos permitidos de manera explícita en esta tipología de suelo hay que darle la consideración de prohibidos. La aplicación del Plan General garantiza, sin problemas, las tres catas que afectan a suelo de interés agropecuario y las catorce en ámbito de suelo de interés agroforestal. Todas ellas en el valle gijonés movilizado contra el proyecto.
La recopilación de consultas en materia urbanística hecha desde el equipo de gobierno de cara a contestar al Principado sobre este asunto incluye también un informe de la sección técnica de Actividades que establece que la realización de sondeos con orificios de unos 10 centímetros de diámetro y un ocupación temporal de terreno de 60 metros cuadrados no requieren la tramitación de una licencia de apertura “si bien deberán cumplir las condiciones que a tal efecto establezca el órganos sustantivo del Principado en la autorización del proyecto”.
En lo que tiene que ver con la afección al patrimonio cultural no hay ningún sondeo que afecte a elementos incluidos en el Catálogo Urbanístico de Gijón, aunque hay tres que están cerca y, desde Patrimonio se informa que no hay actividad en ninguna finca que sea de titularidad municipal.
El proyecto también ha pasado por la consideración de los técnicos de Medio Ambiente que lo ven compatible con la normativa vigente, aunque fijan una serie de consideraciones en cuanto al cumplimiento de la ordenanza de ruido, el especial cuidado para no afectar a la fauna del entorno, el respeto a las zonas de alisedas y la atención en el sellado de las catas para no afectar a los acuíferos.
