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El padre Chus, investigado por drogas y corrupción de menores, queda en libertad hasta el juicio

La Fiscalía se posiciona a favor de la libertad condicional al entender que ha desaparecido el riesgo de que el exreligioso influya en el relato de los testigos

El padre Chus, en una imagen de archivo

El exsacerdote José María Jesús María Menéndez Suárez, de 69 años y conocido popularmente como el padre Chus, saldrá hoy del Centro Penitenciario de Asturias, donde ingresó en noviembre del año pasado tras ser detenido, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, por los delitos de tráfico de drogas y corrupción de menores. La defensa del investigado había solicitado en reiteradas ocasiones su puesta en libertad hasta el juicio, pero sin éxito. Hasta ahora. Todo ha cambiado después de que el Ministerio Fiscal -y al no existir acusaciones particulares- se haya inclinado a su salida de prisión de forma provisional al entender que ha desaparecido el riesgo de que el padre Chus influya en el relato de los testigos. Eso sí, en su petición, el fiscal solicita que, como medida cautelar, el padre Chus deba firmar quincenalmente en el Juzgado, en concreto los días 1 y 15 de cada mes hasta, si acaso, que se celebre el juicio.

El padre Chus, una persona que cuenta con decenas de partidarios y detractores a partes iguales, tanto dentro como fuera de la Iglesia, fue detenido el pasado 11 de noviembre en su piso de la calle Donato Argüelles. La Policía Nacional, que comenzó a investigarle hace más de dos décadas, llevaba a cabo una investigación bajo secreto de sumario desde hacía meses, incluidas escuchas telefónicas desde el mes de febrero y que inició el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional, dentro de la operación "Retorno". La causa se instruye en el Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, con la magistrada Ana López Pandiella al frente.

Tras su arresto, y en sede judicial, el padre Chus "contestó con solvencia a todos tras dos días en los calabozos", según compartió entonces su abogado, Javier Díaz Dapena. Entonces, se decretó su ingreso en prisión preventiva, comunicada y sin fianza por "riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de destrucción de pruebas". Desde ese día, 13 de noviembre, se encuentra en el Centro Penitenciario de Asturias, mientras avanzaba en el sede judicial la instrucción del caso, que ha servido para tomar ya declaración a más de una veintena de personas, entre ellas, 15 menores de edad. Nada ha cambiado en cuanto a los cargos por los que se le investiga, el delito contra la salud pública y de corrupción de menores, pero al menos todo apunta a que podrá permanecer en libertad hasta que se fije fecha para el juicio.

Este proceso judicial no es el primero al que se enfrenta el padre Chus, que fue investigado por abusos sexuales en 2015. Salió absuelto, pero le supuso la expulsión del estado clerical por el Papa Francisco y de manera "irrevocable e inapelable". En su momento, el propio arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, aseguró tras el proceso canónico que estaba del lado de "esos chicos" y de sus familias, a pesar de que no se pudo probar ningún delito por la vía penal.

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