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Los cambios en un eje fundamental para la ciudad

El fin del "cascayu" transforma el Muro

La recuperación del doble sentido, con un leve retraso por fallos en los semáforos, crea confusiones por los cruces con el carril bici, protegido con nuevos bolardos | La senda peatonal se corta con una jardinera a la altura de Juan Alonso y los primeros conductores celebran el cambio: "Andando solo pasaban cuatro o cinco"

Peatones caminando ayer por la senda peatonal junto al «cascayu», a la derecha, ya abierto al tráfico. | Ángel González

El Muro recuperó ayer el doble sentido de circulación con mucha confusión para los conductores. La supresión del "cascayu" por orden judicial, que mantiene el trazado del carril bici y deja una pequeña senda peatonal en un extremo, ha obligado a instalar decenas de semáforos y bolardos en un diseño que a muchos usuarios les está costando comprender. La apertura del tramo, de hecho, tuvo que retrasarse por fallos en la programación de los semáforos y las dificultades en el entronque del eje marítimo con la calle Canga Argüelles, confuso por el retranqueo hasta Menéndez Pelayo y la intersección con el carril bici. Los operarios de seguridad vial ya habían anunciado que temían que algunos conductores acabasen incorporándose al carril bici. Y tenían razón: durante toda la mañana fueron decenas los que usaron este tramo para ciclistas como un segundo vial en dirección al centro o como carril de incorporación para girar a Menéndez Pelayo, desesperando a los numerosos agentes de la Policía Local que controlaban la zona.

La solución adoptada, al menos por ahora, para el lío en Canga Argüelles ha sido poner más bolardos, uno a cada lado del carril y otro en el medio, separando las direcciones, para que solo puedan pasar ciclistas. "Las líneas marcan claramente que es un carril bici, pero si no se entienden revisaremos cómo mejorar la seguridad", reconocieron ayer los operarios de Tráfico del Ayuntamiento.

Por otro lado, la senda peatonal que mantiene el "cascayu" ha quedado interrumpida en parte, porque al llegar a la manzana del martillo de Capua, en la calle Eladio Carreño, los peatones que antes continuaban por el "cascayu", ahora se toparían con un carril bici y un único vial para el tráfico rodado. En estos últimos días, la senda estaba protegida al final por bolardos, pero desde ayer está bloqueada en su último tramo para que los viandantes puedan incorporarse al paseo marítimo o cambiar de acera y cruzar por el paso de peatones que lleva a Ezcurdia y a Juan Alonso. Se ha bloqueado el tramo con una jardinera y un mensaje en el asfalto que avisa de que la senda peatonal se termina. Los que se "cuelen" y recorran estos últimos metros de senda tendrán que traspasar la zona ajardinada y saltar el murete para seguir andando pegados al mar.

Los primeros conductores en circular por el "cascayu" lo hicieron después de lo previsto. La apertura estaba anunciada para las nueve de la mañana, y ya por entonces varios coches giraban en la glorieta de la avenida de Castilla y pegaban un bocinazo al ver el vial en dirección al centro todavía cerrado con vallas. No ayudaba que los operarios aprovechasen este retraso para rematar el pintado de los soportes de algunos semáforos ni que varios peatones y corredores apurasen los últimos minutos del colorido paseo, así que el tramo parecía aún en obras.

La apertura se oficializó a las 9.56 horas, y uno de los primeros en estrenar el carril, exactamente el tercero, fue Jesús Díaz, vecino de La Calzada, que regresaba de llevar a su hijo a clase y regresaba a casa. A él, esta vía más directa para llegar al centro le viene bien, pero reconoció tener dudas sobre la anterior distribución del paseo. "No sé, me parecía que por el ‘cascayu’ solo pasaban cuatro o cinco caminando, pero cada uno tendrá su opinión", destacó. Cuando Díaz enfiló rumbo al Náutico, un operario estaba todavía rematando el cableado de un semáforo, y no fue hasta bien entrada la mañana cuando se instalaron los bolardos para proteger el carril bici en el cruce con Canga Argüelles. La supresión del "cascayu" por orden del Juzgado de lo contencioso-administrativo tras una demanda de la plataforma Stop Muro, no obstante no es definitiva. La pugna sigue en los tribunales, pendientes del recurso presentado por el Ayuntamiento ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).

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