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La figura de la semana Susana Noval Iruretagoyena Nueva directora de la Fundación Alpe

Una capitana para la acondroplasia

Exjugadora de balonmano de élite, nieta e hija de sportinguistas y maestra, destaca por ser una mujer fuerte y extrovertida

Susana Noval Iruretagoyena Mortiner

Quizás porque por sus venas corre sangre vasca o quizás porque como buena pivote de balonmano aprendió que la mejor receta para afrontar la vida es fajarse, una de las cualidades que mejor definen a Susana Noval Iruretagoyena es su carácter seguro. Posee un gen luchador para afrontar el día a día. Por eso, a sus 46 años, es un montón de "cosas": exdeportista de élite, entrenadora de balonmano, profesora, nieta e hija de sportinguistas y madre de dos hijos. Ahora va a anotarse otra importante responsabilidad: ser la nueva directora de la Fundación Alpe, una entidad muy apreciada en Asturias y medalla de plata de Gijón por su infatigable trabajo ayudando durante dos décadas a las personas con acondroplasia.

Noval lleva vinculada a Alpe desde sus inicios. Tiene una gran amistad con Carmen Alonso, histórica fundadora del colectivo y a quien sucede tras 22 años al frente, que es lo mismo que decir toda la vida de la entidad. Estos días, todos en Alpe van con mucha prisa a los sitios. No es para menos porque hoy es la puesta de largo de su congreso nacional. Tiene 600 inscritos, al exdiputado Eduardo Madina como ponente estrella y una ilusión potentísima entre manos. Tras unos prometedores ensayos clínicos, los miembros del colectivo ven más cerca que nunca la llegada de un fármaco para tratar, como ellos dicen, la poco frecuente condición de la acondroplasia, reconocida como enfermedad rara de amplia sintomatología.

Por el segundo apellido de Susana Noval no hace falta ser antropólogo para saber que sus raíces están en el País Vasco. Muy probablemente en esa comunidad habría nacido ella de no ser porque en el camino de su familia se cruzó el Sporting. Su abuelo materno fue Francisco Iruretagoyena Cleré, defensa rojiblanco de los del fútbol en blanco y negro, que jugó entre 1951 y 1954 en El Molinón. Como dato curioso viajó en aquella gira rojiblanca por México y Cuba. Este viaje está muy de actualidad porque, en América, el Sporting jugó contra el Atlas, un club que también es propiedad del Grupo Orlegi, dueño de la entidad rojiblanca.

Susana Noval Iruretagoyena Mortiner

El fútbol también engarzó en el padre de Susana Noval. Es hija de José Luis Noval Corbato, más conocido como Pepe Corbato, que llegó a jugar en el filial del Sporting y que se ganó el cariño de todo el mundo en los campos de barro del balompié asturiano como jugador y luego como entrenador. La madre, Arancha, también ganó muchos partidos en su carrera profesional, pero ella como enfermera en un centro médico del barrio de Pumarín. Cosas de la vida, a Susana Noval el deporte también le tocó muy de cerca. Pero su pelota no fue la de fútbol, sino una algo más chica: la de balonmano.

Nacida el 19 de marzo de 1976, el Día del Padre, Noval fue a las Ursulinas, actual colegio Montedeva. Empezó a jugar desde muy pequeña. Y pronto destacó. Pasó por prácticamente todas las categorías inferiores de la selección asturiana. Este mismo jueves, Noval estuvo junto a la alcaldesa, Ana González, y Carmen Alonso presentando en el salón de recepciones del Ayuntamiento el congreso de la Fundación Alpe. Esta sala la conocía bien porque en ella brindó con champán el 11 de mayo de 1999 para celebrar el ascenso a la máxima categoría del Medicentro Gijón Balonmano, el primer equipo de la ciudad que tocó el cielo. Tenía 22 años y era la capitana.

Para entender la vinculación de Susana Noval con la Fundación Alpe hay que recordar que ella es profesora. Estudió Magisterio en Oviedo y trabajó durante muchos años en el jardín de infancia Flipper, en La Guía. Conoció a Carmen Alonso en un curso. La génesis de sus inicios en Alpe están ligados al nacimiento de Yago, el hijo de Carmen, que vino al mundo con acondroplasia. Susana Noval se volcó con ellos desde el principio y ahora se puede decir que el lazo que los une va más allá de la amistad. Se consideran familia.

Cuentan en la Fundación Alpe que Carmen Alonso ya tenía decidido dar un paso a un lado en 2018. Antes que a un economista u otro perfil por el estilo, ella quería a alguien que viniera del mundo de la educación para tomar los mandos. Durante los últimos cuatro años, Noval ha venido ejerciendo la labor de coordinación de la entidad, siendo la número "dos" de Alonso, aprendiendo todo lo que hay que aprender para asumir las riendas de un colectivo tan importante.

Noval está casada y tiene dos hijos pequeños. Su marido es Juan Arribas, licenciado en Derecho, extrabajador de Naval Gijón, antaño entrenador de balonmano y ahora asesor municipal de Ciudadanos. Sus aficiones son sencillas. Se acierta con ella con una buena película o con un buen libro. Si se trata de música, le encantan Joaquín Sabina o algo más moderno como Marc Anthony. Y la playa, sobre todo, la de La Ñora, que la considera a veces su paraíso, a veces, su refugio. Fuerte, capaz, entrañable, cercana, extrovertida... son adjetivos que definen a Susana Noval. Una mujer con un reto mayúsculo por delante. Seguir haciendo las cosas tan bien como se han venido haciendo en la Fundación Alpe. Con ese gen luchado, que le viene de familia, seguro que nunca, ni cuando las cosas se pongan cuesta arriba, dará un balón por perdido.

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