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Nervios entre los 2.514 aspirantes en el primer día de oposiciones de la Administración autonómica

"Lleva bastante tiempo prepararse", afirma una de las asistentes a las pruebas selectivas para auxiliar educador realizadas en el recinto ferial

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EN IMÁGENES: Nervios y curiosidad en el primer día de oposiciones de la Administración autonómica MARCOS LEÓN

Nervios y curiosidad entre los 2.514 opositores que afrontaron esta mañana el primero de los cuatro procesos selectivos de la Administración asturiana de personal funcionario y laboral, unas jornadas organizadas por el Instituto Público Adolfo Posada en el recinto ferial Luis Adaro de Gijón, donde se han habilitado varios pabellones. Hoy era el turno de las pruebas de auxiliar educador, con 94 plazas disponibles y más de 4.000 personas convocadas (4.038 en el turno libre y 102 en el de promoción interna).

Estíbaliz Díaz, de Oviedo y estudiante de Integración Social, ha preparado a conciencia estas oposiciones. “Desde septiembre estuve casi todos los días en ello”, apuntó Díaz, que no duda sobre los motivos por los que se presentó a las pruebas del Principado. “Tienen relación con mis estudios y con el futuro laboral que quiero tener”, explicó la ovetense, “nerviosa” desde la noche previa al examen. "Me gustaría entrar en un colegio y trabajar con los niños”, declaró Carlota Iglesias, estudiante de Educación Social. “Dentro de los ámbitos donde puedo trabajar es al que quiero dirigirme”, subrayó Iglesias, al que se le complicó la preparación de la prueba. “Como estoy enfocada en la carrera, se me hizo difícil repartir el tiempo”, confesó.

Pablo Sánchez, de Llanera, llegó esta mañana al recinto ferial con la intención de “sacar la mejor nota posible”, aunque admitió que “no estudié mucho”. "A ver qué me encuentro", bromeó Sánchez, que trabaja como auxiliar de enfermería. Inma García, que se presentó por promoción interna, encaraba "con ganas" el momento de la prueba. "Lleva bastante tiempo prepararse", aseguró García, que compaginó su estudio con su desempeño como técnico de auxiliar de enfermería. "No hay nervios", afirmó.

Álvaro Iglesias, de Gijón, afrontaba unas oposiciones por primera vez. Lo hacía, también, sin nervios. “Vengo a probar”, comentó Iglesias, que sentía “curiosidad” por el contenido de las pruebas, para las que no ha seguido el más exhaustivo de los estudios. “Así puedo ir entrenando por si más adelante preparo unas de verdad”, sostuvo. En una situación similar se encontraba Saúl Alonso, también de Gijón. “No he abierto un libro”, reconoció Alonso, que trabaja en integración social, en una comunidad terapéutica, y cuya experiencia le decía que en este tipo de pruebas selectivas “las preguntas son complicadas y enrevesadas”. Mañana será la hora de los procesos selectivos para auxiliar de enfermería.

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