El plan para subir la tasa de basura complica más un pacto presupuestario con Podemos

La oferta del gobierno local a la formación morada se limita a asuntos sin coste económico, evita la renta social y busca los ingresos en Emulsa

Ayuntamiento de Gijón.

Ayuntamiento de Gijón. / PABLO SOLARES

La decisión final la tomará esta tarde la militancia de Podemos en asamblea pero la opción de revalidar el pacto por la izquierda que le dio unos presupuestos al Ayuntamiento de Gijón en 2020 y 2022 parece más que complicado para este último año del mandato. No es solo que Podemos-Equo no vea reflejadas, ni de lejos, las iniciativas de mayor enjundia entre las 48 propuestas que presentó al gobierno local de PSOE e IU para la negociación política del presupuesto, cuantificado en 269,3 millones. Es que los últimos movimientos que han llegado desde la concejalía de Hacienda, que lidera la socialista Marina Pineda, se consideran casi un ataque a los principios que defiende la formación morada y verde a través de sus tres ediles.

Primero fue el no, en base a informes técnicos, a la opción de devengar el IBI diferenciado de 2020; luego la inadmisión de enmiendas para mejorar las cuantías destinadas a la zona rural y los centros escolares, y ahora la propuesta de Pineda de incrementar la tasa de basura como vía para conseguir el dinero que pueda dar respuesta a parte de las peticiones de Podemos-Equo. Bloquear la subida de las tasas en Emulsa y otras empresas municipales fue el motivo de que Podemos-Equo rechazara, en su momento, las ordenanzas fiscales forzando la congelación de las vigentes en 2022.

De hecho, en el caso de Emulsa, Podemos pedía rebajar sus tarifas un 13%. «No es que no tengan la voluntad política de recaudar el IBI de 2020, es que nos piden lo contrario de lo que defendemos», criticaba ayer la portavoz municipal de Podemos-Equo, Laura Tuero, en referencia a esa vía de incremento de ingresos. El gobierno entiende que con la subida de la tasa de basura se podrían conseguir unos dos millones de euros lo que permitiría liberar una parte del remanente para satisfacer peticiones de Podemos.

En todo caso en la primera propuesta formal hecha por la concejala de Hacienda no hay ningún compromiso que suponga mover ni un euro del presupuesto a través de la aceptación de enmiendas. Algo que pueda tener un reflejo directo tras la votación en la sesión plenaria de este viernes. Nada del medio millón de euros para poner en marcha de nueva la renta social, ni de los 40.000 euros para un servicio dental municipal o los 50.000 para un servicio de atención psicosocial. Todos ellos elementos en favor del cuidado de las personas, y sobre todo de las más desfavorecidas, que suponen uno de los ejes vertebradores de las exigencias de Podemos-Equo.

¿Qué está dispuesto a darle el gobierno a Podemos-Equo para animarlo a favorecer con su abstención que salga adelante el presupuesto? Pues aquellas peticiones que no tienen un coste económico o ese coste económico no recae de manera directa en las arcas municipales. Peticiones como impulsar el reglamento de laicidad, el consejo sectorial de memoria democrática o sacar a licitación el complejo deportivo del Soccer World estarían en el primer grupo. Y en el segundo caso, por ejemplo, la opción de que Acciona dentro del contrato de servicios energéticos asumiera la instalación de placas solares en los depósitos de agua de Roces.

Todo lo demás se deja en el aire a la espera de que pueda quedar algún dinero libre de los remanentes una vez asumidos gastos que son ineludibles. O a que se pudieran sumar ingresos por la subida de las tasas en Emulsa. «Serán los militantes de Podemos y de Equo los que den su aprobación o no a los presupuestos. Se nos antoja complicado si no hay una sola de nuestras medidas para que los presupuestos estén dedicados a pensar en quienes peor lo están pasando. Solo promesas al aire», remató ayer Laura Tuero.

Sin coste económico son también las tres exigencias de Ciudadanos para empezar a negociar. Todas difícilmente asumibles para el equipo de gobierno: poner el frente este mandato al reglamento de laicidad, el plan especial del Muro y el plan de Movilidad. Ciudadanos, al que nunca se le planteó esta opción, también rechazó en su momento subir tasas en Emulsa.

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