El recrecido de Cabueñes para ubicar el nuevo robot obligará a mover los taxis

Las esperadas obras para el recrecido del Hospital de Cabueñes, que debe sumar dos plantas en su edificio central para albergar el angiógrafo digital financiado con fondos europeos y el robot inteligente ahora instalado de manera provisional en un quirófano, acaban de dar un paso con la adjudicación formal de la reforma, en dos lotes, que asume íntegramente la empresa gallega Citanias Obras y Servicios. Explica la constructora que, si todo va bien, los trabajos podrán comenzar en unas semanas y que confía en reunirse pronto con la jefatura del centro sanitario para acordar una hoja de ruta que "moleste lo menos posible" al personal y a los pacientes.

"La obra es compleja, porque hay que edificar sobre una zona en uso, pero el objetivo es que el paciente no lo note", señala Javier Sal, responsable de la constructora. El recrecido, que durará siete meses y medio, finalizará fuera del plazo que marca el Ministerio de Salud para sus ayudas europeas, el próximo mes de septiembre, aunque desde la Consejería de Salud aseguran que no esperan que esta demora vaya a suponer un problema. El contrato, licitado en octubre, llevaba dos meses parado por cuestiones administrativas.

Pendientes de esa reunión con la jefatura, lo que sí está claro es que la parada de taxis de la entrada principal –este acceso está situado en el edificio central sujeto de las obras– tendrá que moverse, aunque entienden desde Citanias que servirá con desplazar a los vehículos, "solo un poco más abajo", en el entorno del aparcamiento más próximo a este tramo. La idea es "limitar al menos parcialmente" el tráfico que sube por este acceso y que accede a la rotonda para facilitar, como poco durante la fase de entrada de material, la labor de los operarios.

La constructora adelanta que la obra será "bastante compleja" de ejecutar por tener que trabajar en un edificio que tendrá que seguir funcionando. La idea pasará por separar con paneles ciertas zonas reservadas para los operarios, lo que implicará algún traslado provisional de algunas salas, pero por ahora de descarta cualquier parón de actividad ni desalojos de calado.

Las obras se han adjudicado finalmente por 2,96 millones de euros sumando los dos lotes del contrato, que separa la propia obra del recrecido de otras labores de adecuación para instalar otros aparatos diagnósticos. Ambas fases se solaparán, por lo que el plazo más amplio –el del lote del recrecido–, de siete meses y medio, es el que se toma como referencia para el final de toda la obra.

La reforma terminaría el próximo mes de noviembre, lo que implica que la reforma acabará fuera del plazo de la convocatoria europea que financia parte de los equipos a instalar –el llamado plan INVEAT– y que marca como límite el mes de septiembre. En las actas de formalización del contrato, de hecho, ya no aparece mención alguna a ese plazo máximo, un límite que sí aparecía reflejado en la memoria técnica del proyecto de obra. Desde el Sespa, aseguran que la compra de los equipos sí se realizará en tiempo y forma. Y que se está "haciendo el máximo esfuerzo" para retener todas las ayudas previstas.

El primer lote de la reforma, que durará unos dos meses, se sale del recrecido y se centrará en adecuar espacios del área de Radiología para instalar un TAC con cabina y aseo, una sala de radiología digital de dos cabinas y una resonancia magnética que sustituirá a una ya existentes, envejecida. El segundo lote, el del recrecido, se subdivide en dos fases, con unos cuatro meses y medio para levantar las dos plantas y otros tres meses para instalar los equipos. El angiógrafo digital, además, se modificará ligeramente para que pueda funcionar como un segundo quirófano híbrido, supliendo así una petición ya conocida del servicio de Vascular. La otra sala, permitirá mover el robot inteligente de su actual ubicación provisional en un quirófano de Ginecología.

Suscríbete para seguir leyendo