La familia de un policía de Gijón que falleció por una negligencia médica recibirá 332.000 euros de indemnización

Rafael Núñez murió de un shock séptico tras varios días ingresado por lumbalgia por una "clara omisión de diligencia" en el hospital

Un juez

Un juez / JUAN PLAZA

Un diagnóstico inicial de lumbalgia que acabó siendo una infección mortal ha llevado a la familia del gijonés Rafael Núñez del Reguero, fallecido en junio de 2020 tras varios días ingresado en el Hospital Begoña, a ser indemnizada por el centro sanitario por un total de 332.000 euros tras entender el Juzgado de Primera Instancia número 11 de Gijón que su muerte se debió a que "no se aplicaron ni los conocimientos ni los medios" necesarios durante su estancia. Núñez, agente de la Policía Nacional, tenía 41 años. "Era un hombre sano y deportista", lamenta Miguel Ángel Alonso, letrado de la familia, que explica que el plazo de recurso acaba de terminar y que, por tanto, el fallo es firme.

Núñez, recoge la sentencia, ingresó en el Begoña el 17 de junio de 2020 "por fuertes dolores osteomusculares", en la zona de la cadera, con un diagnóstico inicial de lumbalgia derecha. Falleció menos de seis días después, en la madrugada del 23 de junio, tras ser trasladado en UVI-Móvil hasta Cabueñes. Y el juez, Sergio García, coincide con el letrado que representa a la familia en que en esos días se produjeron varios errores. El enfermo empeoró en días posteriores a su ingreso y empezó a manifestar un malestar claro el día 22. Primero se mostró aturdido, luego empezó a tener fiebre y acabó perdiendo el sentido de brazos y pies y necesitando oxigenoterapia. A las 21.08 horas, una médico del hospital llamó al 112, y el facultativo de la sala "le preguntó si le habían hecho una placa de tórax, a lo que la doctora contestó negativamente". Después surgió otro problema: la UVI-Móvil de Gijón no estaba disponible y el Begoña no pudo trasladar al paciente hasta el hospital por sus propios médicos. Núñez acabó llegando a Cabueñes pasada la una de la mañana y falleció a las 3.50 horas. Según la autopsia, padecía una bronconeumonía bilateral, shock séptico, fallo multiorgánico y broncoaspiración.

El juez estima que los síntomas de Núñez estando aún en el Begoña ya eran compatibles con un shock séptico, por lo que se "debió iniciar el tratamiento" ya en ese momento, y explica que el complejo no realizó otros estudios porque "el laboratorio no estaba operativo a esa hora". Todo ello manifiesta "una clara omisión" de buenas prácticas, señala el juez, que también reconoce que el retraso en el traslado a Cabueñes pudo influir en el fatal desenlace.

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