La terminal de contenedores de El Musel recupera tráficos de Asturiana de Zinc

El tráfico de contenedores en El Musel comienza a repuntar después de dos años consecutivos de un retroceso desencadenado por el encarecimiento de los fletes a nivel global y las dificultades para encontrar contenedores vacíos. Aquellas condiciones ya se superaron hace varios meses y la terminal gijonesa ha logrado recuperar tráficos de empresas que habían tenido que recurrir a vías alternativas, entre los que destacan las exportaciones de Asturiana de Zinc (Azsa), uno de los principales clientes de la terminal y que este mes ha vuelto a optar por la misma, con la exportación de 800 contenedores, después de haber tenido que recurrir a las exportaciones en bodega, sin contenerizar, por el puerto de Avilés.

Históricamente, Azsa ha sido, junto con ArcelorMittal, uno de los mayores usuarios de la terminal de contenedores de Gijón, donde ayer se embarcaron contenedores de esta industria asturiana en el "MSC Jeanne" en una escala en la que en conjunto se cargaron y descargaron 500 contenedores. Como muestra de lo que esa cifra supone, en el pasado mes de marzo, la terminal de contenedores gijonesa movió 3.909 TEUs (contenedores de seis metros o su equivalente).

Los de Azsa no son las únicas mercancías que están al alza en la terminal gijonesa, que no sólo da servicio a las empresas de la región, sino también a las de otras provincias. Es el caso de la importación de legumbres para fábricas envasadoras de Castilla y León. Las importaciones por contenedor a través de El Musel para estas fábricas de legumbres se han triplicado en los dos últimos meses, según explican las fuentes consultadas. La importación de legumbres, que antes de la pandemia era un tráfico estacional se ha convertido en regular a lo largo del año tras la pandemia.

El repunte de tráficos por la terminal gijonesa, en el que también influyen nuevas exportaciones de otro gran grupo industrial con factorías en Asturias, así como los de pequeñas empresas, apunta a que este año se puedan superar los 46.042 TEUs con los que El Musel cerró 2022, con un descenso del 20% respecto al año anterior y muy alejado del récord de 84.735 del año 2020, en el que una huelga en el puerto de Bilbao motivó el desvío de una parte de sus tráficos a la terminal gijonesa. El tráfico de contenedores en El Musel apunta a que este año girará al alza pese a la fuerte competencia que le ha surgido con las nuevas terminales de Santander y, en especial, la del puerto del Ferrol, esta última utilizada por varias empresas asturianas de distintos sectores, para sus exportaciones al norte de Europa y a Asia.

La crisis que afectó a la terminal gijonesa en 2021 fue global, pero tuvo una especial incidencia en El Musel. Uno de los motivos fue la escasez de contenedores en el mundo, al no haberse fabricado los necesarios para su reposición durante el primer año de pandemia, con lo que al repuntar los tráficos, las navieras priorizaron los puertos con lineas transoceánicas para posicionar contenedores vacíos. Ese aspecto de aquella crisis fue especialmente dañino para El Musel, dado que por el puerto gijonés se venía exportando bastante más mercancía por contenedor de la que se importaba, con lo que era necesario que los barcos descargaran contenedores vacíos en el Puerto para compensar la diferencia. Aquella escasez de contenedores, ya superada, llevó a que esperas en algunos casos de mes y medio para exportaciones y, a la postre, a que las empresas tuvieran que otras vías alternativas.

El Puerto estrena nuevo remolcador, el «RG Esva», con un servicio en Ebhisa

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