La cafetería del parque de Los Pericones reabre tras años de letargo: así ha quedado la reforma

El equipamiento municipal empezará a funcionar en los próximos días con una propuesta "similar a los merenderos de toda la vida"

Gabriel Cuesta

La cafetería de Los Pericones resurge tras quince años de letargo. Y lo hace justo a tiempo para volver a servir bebidas y platos desde un entorno privilegiado de la ciudad con la llegada del verano. Su reapertura "inminente" supone dar respuesta a una reivindicación de los vecinos de Ceares, que exigían poder contar con este servicio de restauración en uno de los principales pulmones verdes del casco urbano.

Han sido meses de trabajo para poner a punto el equipamiento, con numerosos desperfectos fruto del paso del tiempo. Muchos más de los previstos. Tras la barra de esta casona de piedra se ha puesto Julio César Toral, conocido hostelero que también regenta la cafetería del Centro Municipal Integrado de El Coto. "Está quedando guapísimo. En nada, nos pondremos a funcionar", se felicita. Adelanta que la apertura es "inmediata", estos próximos días, pero sin dar una fecha exacta. "No habrá inauguración. Abriremos e iremos cogiendo rodaje", zanja.

Toral resultó ganador en el proceso de licitación después de que otra empresa hostelera rechazase la explotación de la cafetería, de propiedad municipal. Tendrá una concesión de ocho años desde que comience su actividad, con un canon de 2.700 euros por año. Además, se ha hecho cargo como concesionario de las necesarias obras para eliminar los importantes desperfectos. El Consistorio las cifraba en 4.500 euros más IVA, aunque la realidad es que el hostelero ha tenido que hacer una "fuerte inversión" ante algunos desperfectos no previstos. Una nueva acometida, renovación de la instalación eléctrica, suministro de agua, una nueva cocina, mobiliario, limpieza, arreglo de las paredes de piedra y las goteras... "Ha quedado algo coqueto. Mantiene la esencia de siempre, pero con brillo", resume.

La planta baja del local cuenta con 175 metros cuadrados, con barra, comedor, cocina, almacén y aseos. La primera, otros 87 metros cuadrados, se ha reservado para la realización de eventos privados de todo tipo. Presentaciones, fiestas, conciertos... La concesión le obliga a prestar servicio diario de mayo a septiembre, ambos meses incluidos, siendo opcional la apertura el resto del año. Todavía no ha decidido un horario. La idea de Toral es "plasmar la idea de merendero de toda la vida". "Que la gente se pueda tomar algo tranquilamente y picar algo". Tortilla, bocatas, croquetas, calamares, helados... Un poco de todo.

Instalará una terraza de grandes dimensiones fuera, con toldos. Además, podrá colocar mesas en la zona del hórreo, cuyo tejado ha sido asegurado después de la caída de algunas piezas durante los últimos temporales. "En un futuro nos gustaría hacer una apuesta por el vermú. Y traer actos culturales y música en directo. Ser parte de los circuitos de ocio que hay en la ciudad. Es un sitio privilegiado", invita el hostelero.

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