Estos son todos los retrasos del vial de Jove: escepticismo por un túnel

Gijón aguarda desde hace ya casi 37 años por una infraestructura clave cuyo plazo de licitación se amplió esta semana sin variar el inicio de la obra y que no funcionará hasta 2029

Zona por donde irá el vial de Jove. | MARCOS LEON

Zona por donde irá el vial de Jove. | MARCOS LEON

Pablo Palomo

Pablo Palomo

El plan de vías, el metrotrén, y el vial de Jove conforman la santísima trinidad gijonesa de los grandes proyectos incumplidos. Y no necesariamente por ese orden. Son aquellas obras que, curso tras curso, todos los septiembres, aparecen las primeras en la lista de tareas pendientes de los políticos esperando que, esta vez sí, las promesas den paso a las excavadoras. Por eso, cuando esta semana la Dirección General de Carreteras anunciaba que prolongaba durante cuatro meses el plazo para que las empresas presentaran ofertas para el vial de Jove se encendieron todas las alarmas. Como los perros acostumbrados a recibir un cachetazo, Gijón temió tener que volver a agachar las orejas ante un posible nuevo retraso para el inicio de una obra, la del vial, licitada en mayo de este año en 285,69 millones de euros y un plazo de ejecución de 59 meses. El Ministerio de Transportes, como publicó LA NUEVA ESPAÑA, asegura que la prórroga de cuatro meses no cambia los plazos. Y que el túnel destinado a sacar de la trama urbana el tráfico pesado con dirección a El Musel y de paso cambiar la fisionomía de toda la zona Oeste comenzará cuando se esperaba: en junio del año que viene.

Más retrasos serían difícilmente entendibles para una ciudad que lleva hablando del vial de Jove desde hace casi 37 años. Fue en 1986 la primera vez que se planteó una estructura así. O sea, el mismo año que entró en vigor el Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Económica Europea, hoy la Unión Europea, que se dice pronto. Ya ha llovido desde que el Plan General de Ordenación dibujara una autovía en superficie a El Musel por Jove. En realidad, fue una década después cuando vio la luz el primer proyecto. El portero del Sporting era todavía Ablanedo cuando el Ministerio de Obras Públicas y Transportes aprobó por 3.850 millones de pesetas (23,14 millones de euros al cambio) la citada autovía en superficie en 1996.

Este proyecto inicial contó con la oposición del fuerte movimiento vecinal gijonés. La preocupación por una autovía que iba a atravesar Jove, Veriña, Tremañes y La Calzada a cielo abierto dio paso a la acción. Las movilizaciones vecinales apelaron a la Unión Europea, que obligó al Gobierno central a volver a tramitar el plan sin que en Madrid cogieran el guante. No fue hasta el 2005, el 19 de diciembre en concreto, cuando el Principado, Fomento, Autoridad Portuaria y Ayuntamiento suscribieron el acuerdo para construir los accesos a El Musel por Jove y por Carreño mediante un túnel y un bulevar en superficie.

A partir de entonces, la obra, antaño rechazada, pasó a ser deseada. Y del deseo se pasó a la espera por el inicio de los trabajos. Aquel acuerdo de 2005 preveía una inversión de 146 millones de euros para ejecutar el desdoblamiento de la AS-19 en Lloreda y El Empalme (en Carreño) a cargo del Ministerio; el acceso desde El Empalme a El Musel por Aboño a cargo del Puerto; el vial de Jove a medias por Fomento y la Autoridad Portuaria y, entre otras actuaciones, el bulevar a cargo del Ayuntamiento. Desde entonces, Gijón espera por unos compromisos que se fueron dilatando entre cambios y cambios en La Moncloa.

Desde entonces, el proyecto sigue latente con apariciones fugaces en los Presupuestos Generales del Estado con partidas que hacían inviable creer que pronto arrancarían las obras. Fomento aceptó costear el vial en 2010 y en 2021 se actualizaron los precios a 163 millones de euros. La licitación llegó finalmente en mayo de este año por 285,69 millones de euros y debería acabarse en abril de 2029. Solo 20 años después de lo proyectado en un primer momento. Inicialmente se planteó que el vial entrara en uso en 2009. Ahora, este proyecto sufre un nuevo retraso.

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