Seis alumnos gijoneses disfrutarán en Estados Unidos y Canadá de las becas de la Fundación Amancio Ortega: "Es una gran oportunidad"

Paula Carbajal, Llara González, Paula Morán, Aroa García, David Gil y Diego Alonso son los afortunados

Por la izquierda, Paula Carbajal, Llara González, Paula Morán, Aroa García, David Gil y Diego Alonso, ayer, en la plaza del Instituto. | Luisma Murias

Por la izquierda, Paula Carbajal, Llara González, Paula Morán, Aroa García, David Gil y Diego Alonso, ayer, en la plaza del Instituto. | Luisma Murias / Pablo Antuña

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Son jóvenes de la llamada generación Z. De los que no conocieron el mundo sin internet. Crecieron en un mundo globalizado, conscientes de que necesitarán la mejor preparación para el día de mañana. Y a pesar de tener 15 años desprenden madurez y mucha visión de futuro. Enfermería, Psciología Ingenería o Matemáticas son algunas de las carreras que vislumbran para estudiar en un par de ellos. Pero antes de eso la vida les ha puesto por delante una oportunidad que quieren aprovechar al máximo: disfrutar de una beca de diez meses en el extranjero para continuar con su formación, aprender idiomas, conocer gente y disfrutar de nuevas culturas y experiencias.

Paula Carbajal, Llara González, Paula Morán, Aroa García, David Gil y Diego Alonso son los seis gijoneses de 15 años que han sido sido galardonados con una de las 400 prestigiosas becas anuales que concede la Fundación Amancio Ortega, que cubre los gastos para estudiar en Estados Unidos o Canadá a partir del próximo mes de agosto, justo cuando comenzarán Primero Bachillerato. «Es una gran oportunidad y experiencia», coinciden en señalar estos jóvenes seleccionados tras un largo proceso, en el que se tenía en cuenta el expediente académico, un examen que tuvieron que afrontar, entrevistas personalizadas o cartas de recomendación de proceso. «Es complejo y laborioso, pero ahora merece la pena cuando se tiene el premio», subrayan.

Vecina de Ceares, estudiante del colegio de la Inmaculada, Paula Carbajal se irá a Canadá, a Nueva Escocia. «No tenía muchas referencias, pero ya me he informado y me gusta, es un sitio así marítimo, muy parecido a Gijón, con un paisaje único», cuenta con una sonrisa. Su futuro está encaminado a estudiar Enfermería y cree que estos 10 meses lejos de casa les servirán para adquirir una experiencia que puede ser clave en esta labor el día de mañana: «Aprenderé nuevos casos y me adaptaré a otros campos y situaciones».

De pequeña Llara González, de El Llano, quería ser periodista para poder viajar. Ahora, aunque no tiene claro su futuro, sí que ha cambiado de tercio y su previsión es orientar su vida a una carrera de Ciencias. «No lo tengo claro aún, pero espero despejar ideas en este viaje, en el que me servirá para mejorar el inglés un montón, crecer como persona y ser más independiente», relata. Estudiante del IES Jovellanos. En su caso irá a Estados Unidos, aunque su destino concreto no lo tiene confirmado. Lo que sí quiere esta nadadora del Grupo Covadonga es aprovechar esta experiencia para seguir disfrutando con el deporte. «Me gustaría encontrar algún hueco para nadar, pero también para probar en el atletismo, ya que en el fútbol americano no puedo», enfatiza.

Paula Morán ya estuvo en verano en Dublín con una familia, una experiencia que ahora podrá aprovechar aún más en Estados Unidos. «Ahora daré un paso más, quiero aprovechar al máximo, probar cosas nuevas, ver otras culturas y seguramente despejar dudas sobre lo que me gustaría estudiar, que estoy en algo relacionado con Ciencias y Matemáticas», explica esta alumna del IES Calderón de la Barca y vecina de Viesques.

A falta de un intercambio Aroa García ya ha vivido dos con el Colegio de La Inmaculada, uno en Países Bajos y otro en Francia. «Es muy interesante la experiencia de adaptarte a una familia que no es la tuya», cuenta esta joven de Ceares, a la que le gustaría dedicarse a la psicología. «Pero antes me gustaría descubrir América y sus costumbres, practicar escalada y aprender a esquiar, que es un lugar propicio», relata, respecto a su próxima aventura en la localidad canadiense de Ontario.

De padres ingenieros, Diego Alonso, del Corazón de María, tiene claro que su futuro transcurrirá por ese camino. «Está claro que moverse es lo que premia», relata este joven de Viesques que ve su futuro ligado a las fábricas y al que también le gustaría realizar un Máster en Economía. «Conocer gente, aprovechar al máximo la experiencia y poder jugar al fútbol americano y al baloncesto», valora sobre su próxima etapa en Ontario.

David Gil, del IES Rosario de Acuña, estuvo en verano en Munich, en un intercambio, que tiene claro que fue el germen de esta aventura: «Fue una gran experiencia, que se me hizo corta, así que ahora tengo un año para disfrutarlo más», cuenta este joven de Montevil, que se irá a Estados Unidos. «Estoy pendiente de destino, espero saberlo pronto para planificar», comenta antes de trasladar sus preferencias de futuro: que pasan por las Matemáticas y las Ciencias. «También veo muy interesante aprender idiomas, pero para usarlos, en la vida o en el mundo laboral, y esta es la mejor forma de sentirlos y empaparse de ellos».

Aún les quedan por delante nueve meses en Asturias antes de emprender una aventura que sin duda les marcará para la vida. Un tiempo ahora para pulir detalles, contactar con sus familias de destino, planificar la aventura y alguna escapada y experiencia que les gustaría vivir y prepararse también para ese cambio cultural y gastronómica. «No somos cocinitas, pero habrá que aprender para preparar allí alguna tortilla de patata o cachopo», concluye Llara González, entre las risas de los otros jóvenes.

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