Un simulacro de rescate, distinciones y homenaje a sus jubilados: así honraron los Bomberos de Gijón a su patrón

La futura nueva sede del parque estará "a la vanguardia", adelanta la Alcaldesa

Un edificio en llamas y varios vecinos atrapados: así fue el espectacular simulacro de los bomberos de Gijón

Sandra F. Lombardía

El servicio de Bomberos de Gijón recuperó esta mañana, tras varios años de parón por la pandemia, su tradicional fiesta en honor a su patrón, San Juan de Dios. Y lo hizo, por un lado, con un homenaje a compañeros caídos en acto de servicio y los profesionales de su plantilla jubilados en los últimos años, pero, también, con los ojos ya puestos en la futura nueva sede del servicio que, según adelantó la alcaldesa Carmen Moriyón, será "puntera" y pondrá al equipo "a la vanguardia" de España. El acto, además, incluyó un sorprendente simulacro de rescate ante un caso de incendio en una vivienda, un ensayo que sirvió para evitar las "sugestiones" que según los bomberos está causando el dramático incendio de Valencia, tras el cual se están dando casos de intervenciones en las que los ciudadanos, por miedo, actúan por su cuenta y sin tener en cuenta el protocolo.

La gala, que tomó como sede el propio parque de Bomberos, entregó cinco placas conmemorativas a Transinsa, el programa de televisión "Siempre al día" y el proyecto contra la soledad no deseada de la Fundación Municipal de Servicios Sociales y, a título póstumo, a los fallecidos Rafael Álvarez (que fue jefe de producción de la Semana Negra) y al empresario José Antonio García, "Cañamina". Se homenajearon, además, a una decena de profesionales jubilados, y se realizó una ofrenda floral a compañeros caídos en acto de servicio.

El simulacro, por su parte, reprodujo cómo sería una intervención al uso por un aviso de incendio en una quinta planta, incluyendo el desalojo de dos residentes y el rescate de un tercero desde su balcón con una autoescalera. La simulación partía de la base de que el residente de la vivienda afectada no cerró la puerta de la habitación donde se produjo el fuego y de que estaba pidiendo auxilio desde su terraza, y que había varios residentes más, de otras viviendas, que por su cuenta estaban accediendo al hueco de la escalera para salir del edificio. Recordaron los profesionales que, si el incendio no se produce en la propia vivienda, los residentes no deben salir de ella, sino cerrar las ventanas, esperar por los bomberos y "no ponerse nerviosos". En caso de que el fuego se produzca en la propia vivienda, añadieron, el protocolo recoge dos alternativas: si se origina en una estancia que permita salir al exterior, el residente sí debe hacerlo, pero cerrando antes todas las puertas a su paso para evitar que las llamas se propaguen. Y, si el fuego se origina en un espacio que impide acceder a la entrada principal, lo recomendado es encerrarse en la estancia más alejada del foco, cerrando siempre también las puertas. Recordaron, también, que la mayoría de heridos en este tipo de intervenciones se debe a inhalaciones de humo, y que el tiempo media de respuesta de los Bomberos en Gijón, que ronda los ocho minutos, hace que sea "casi imposible" que este protocole no se aplique.

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