Fiesta musical con 400 alumnos en el Jovellanos por el Día de la Felicidad: "Cantar es la mejor forma de celebrarlo"

Sara Casares, alumna del Virgen Mediadora, toca el saxofón y sueña con tocar algún día en el Jovellanos. Por lo pronto ya ha tenido una aproximación a este teatro, con la actuación para interpretar el tema “Din don” junto a sus compañeros de la clase. “Me gustó mucho la experiencia, me gustaría volver aquí”, señaló esta joven de Tercero de Primaria. Hasta 389 alumnos de nueve centros educativos de Gijón se reunieron en el Jovellanos para celebrar el Día Internacional de la Felicidad. “Nos lo hemos pasado genial”, coincidieron en señalar otros de los alumnos participantes.

Con todos entonando “This litte light of mine” se inició una gala, organizada por la Fundación Municipal de Cultura y Educación de Gijón, en la que se fueron intercalando las actuaciones, entre nervios, alegría y satisfacción, tras semanas de ensayos. Con los acordes de “Viva la música”, los alumnos de Los Pericones fueron los primeros en subirse a las tablas. “¡Qué mejor forma de celebrar este Día Mundial de la Felicidad!”, resaltó María Rodríguez, directora de Los Pericones. “Esta iniciativa está genial. Estamos a favor de la música como lenguaje universal y forma de comunicarse entre centros y niños”, indicó.

Aunque reconoce que estaba algo nerviosa, Olivia Conde tenía “muchas ganas” de actuar en el Jovellanos. Esta alumna de Los Pericones aprovecha para reclamar “más clases y actividades musicales” en el colegio. Una opinión que también comparte Mateo González, al que le gustaría repetir más veces en el Jovellanos.

Con “Din Don” continuaron los alumnos del Virgen Mediadora una velada matinal en la que participaron también los colegios Príncipe de Asturias con las canciones “Calipso”; Laviada con “Doeba”; García Lorca con “Canto de la selva”; Santa Olaya con “Riff City”, Nicanor Piñole con “Tue tue (primera vez)”; Cabueñes con “Tue tue (segunda vez)”; y el Martínez Torner con “Sesere Eeye”. Para el cierre “Aloha” y el tema inicial, en una experiencia en la que niños de entre ocho y nueve años se convirtieron en pequeños grandes artistas por un día.

“La iniciativa ha venido muy bien, ha sido una experiencia muy gratificante, y todos los alumnos estuvieron muy motivados durante los preparativos”, comentó Verónica Rodríguez, profesora de Música en el Virgen Mediadora. “Es muy importante el poder evocador de la música, que tiene esa capacidad de poder transformar y transformarnos emocionalmente”, enfatizó.

El encuentro musical escolar sirvió además a algunos centros para reforzar algunos proyectos particulares en los que están trabajando. Es el caso del Santa Olaya, que están llevando a cabo un plan de innovación en el que fusionan arte con la música. “Participar aquí hace que se enriquezca mucho más nuestro proyecto de innovación”, comentó Marta García, jefa de estudios del centro. “Es algo diferente y que está bien, y en nuestro caso no era complicada la música”, indicó Samuel Amado, alumno de este centro.

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