Las joyas domésticas de vidrio y loza de la industria de Gijón: así es la exposición en el Palacio de Revillagigedo con 608 piezas

La muestra "Orto y Ocaso" recorre la historia de las Fábricas La Industria y La Asturiana con piezas " de una extraordinaria calidad técnica y artística"

Exposición Orto y Ocaso. Vidrio y loza en Gijón

Ángel González

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Una mezcla de lo artístico, lo cotidiano y el mundo de la empresa se unen en un recorrido por 608 piezas –la gran mayoría objetos aunque también aparecen algunos documentos– dentro de la exposición "Orto y Ocaso. Vidrio y loza en Gijón, siglos XVIII y XX", que se inaugura hoy en el Palacio de Revillagigedo. Se trata de la primera gran exposición en este espacio, tras el acuerdo del Ayuntamiento de Gijón para la gestión alcanzado con la Fundación Cajastur. Esa unión de lo artístico y cotidinano la resaltaron Lucía Peláez, directora de los museos de Bellas Artes de Gijón; y Juaco López, máximo responsable del Pueblu d’Asturies, en un recorrido previo a la apertura de la muestra, que se podrá ver hasta el 8 de septiembre.

"Hay fábricas que aúnan un papel social y una extraordinaria calidad técnica y artística que juegan un papel determinante", recalca Peláez. "La mayor parte de las piezas que están aquí son excepcionales y costó mucho conseguirlas", subraya López.

La exposición se centra principalmente en la Fábrica de Vidrios La Industria y en la Fábrica de Loza La Asturiana. La primera de ellas ocupa la parte inicial de la muestra, en la primera planta, donde se pueden piezas de vidrio hueco grabado a la rueda y el ácido, y el vidrio prensado. También otros objetos más artísticos, como opalinas o de vidrio pintado, así como la conocida como "La fresca", que eran objetos fabricados por los trabajadores en sus horas de descanso y que les servían para sacarse un sobresueldo."Todo es una material extramadamente frágil, la mayor parte de las piezas se conservaron gracias al cuidado de las familias, muchas de herederos de operarios de las fábricas", destaca Peláez.

Hay muchas piezas curiosas a lo largo de todo el recorrido que se propone en el Palacio de Revillagigedo. Por ejemplo en esa primera planta que homenaje a la Fábrica de Vidrios La Industria aparece un vaso de Indalecio Prieto, que fue donado por el nieto de un primo suyo, Javier García Valledor –que fue diputado autonómico–. También jarrones decorativos o de cerveza, copas decoradas con esmalte y tonos azules.

El recorrido de este primer tramo se cierra con guiños a "La Bohemia Española", que fue la última fábrica de cristal que cerró en Gijón, y también con otro apartado con piezas de recuerdos de la ciudad para turistas, en las que en muchas primas imágenes de la playa, la iglesia de San Pedro o el puerto. "Tienen muchísimo valor porque la mayoría vienen de fuera", apunta Juaco López.

La segunda planta recibe al visitante con piezas de la loza de Villar o de El Rayu, una fábrica fundada a finales del siglo XVIII a instancia de Jovellanos en Vega de Poja (Siero), cn cerámicas de los campesinos, donde se ven jarras, fuentes, botías para la manteca de vaca y orinales.

El plato fuerte lo adquiere aquí la Fábrica de Loza la Asturiana, donde se pueden ver numerosas vajillas, algunas de ellas decoradas por ejemplo a mano en azul cobalto, y otras de loza estampada, con un criterio más artístico.

En 1902 había unos 400 empleados en la fábrica de loza y unos 600 en la vidrio. Ahora, 122 años después, su trabajo y legado se puede apreciar en un apasionante viaje a través de 608 piezas, que recrean "el ambiente decimonónico desde una perspectiva moderna".

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