Un gran carril bici y una glorieta, lo que incluye la importante adecuación de Carlos Marx

El gobierno local plantea a Gijón al Norte que el derribo del viaducto permita ganar zonas verdes y dar un acceso directo al Palacio de Justicia

La adecuación de Carlos Marx y el Solarón incluye un gran carril bici y una glorieta

La adecuación de Carlos Marx y el Solarón incluye un gran carril bici y una glorieta / S. F. Lombardía

La reordenación viaria tras el derribo del viaducto de Carlos Marx creará una nueva gran entrada a Gijón con una glorieta situada justo frente a la estación provisional y el Albergue Covadonga. Bordeará, por tanto, el nuevo espacio verde que se quiere ganar tras el Solarón, en el terreno liberado del plan de vías, y comunicará la calle, con un vial en doble sentido, con la glorieta del Padre Máximo González. En la zona verde ganada –toda vez que la intención municipal es concentrar la urbanización del entorno con una línea de viviendas en Mariano Moré–, además, se proyecta un carril bici que lleve directo a la futura estación intermodal, apostando por un diseño verdificado que unifique el entorno y rompa con la «cicatriz» que hasta ahora dejaba la estación provisional. Así es la propuesta diseñada por el Ayuntamiento y remitida ya a los integrantes de Gijón al Norte, un modelo que se debatirá más en profundidad en la reunión del organismo convocada para el próximo día 29 y que parece contar, por ahora, con el visto bueno del Principado y una valoración positiva desde el Ministerio de Transportes. Se espera, de hecho, blindar el proyecto a corto plazo para que la obra pueda lanzarse el año que viene.

La propuesta, elaborada por técnicos municipales, sitúa por primera vez sobre plano una solución de la que se llevaba tiempo hablando: agilizar el derribo del viaducto de Carlos Marx y blindar la creación de un gran parque en el Solarón, reduciendo en este último caso el volumen de edificación que se había previsto en planes anteriores. La alcaldesa Carmen Moriyón, de hecho, entregó este documento al propio secretario de Estado del Ministerio de Transportes, José Antonio Santano, aprovechando la reunión del pasado 20 de marzo en Madrid donde se les comunicó el ahora polémico fiasco del vial de Jove.

La idea es que todas las partes implicadas puedan ir trabajando con una documentación que se debatirá formalmente el próximo día 29, pero, en este caso, las posturas están mucho más acercadas. Según fuentes municipales, el Principado se adhiere a la posición municipal y desde Transportes entienden que es viable iniciar ya los trabajos para derribar el viaducto y, también, adecuar la futura nueva zona verde. Para esto último, no obstante, se deben reconfigurar los espacios residenciales que se planteaban en el Solarón. Por ahora, se mantiene una intención ya anunciada: rebajar la edificación prevista y camuflar su impacto visual siguiendo la actual línea de edificios de Mariano Moré, pegado al Museo del Ferrocarril. El resto del terreno se blindaría como zona verde, creando un gran pulmón en pleno centro y colindando con esta nueva glorieta. En esta propuesta enviada desde el Ayuntamiento, además, figura la sugerencia de implantar un carril bici que atraviese este terreno liberado en Moreda y que conecte directamente con la futura nueva estación, lo que supondría reforzar un itinerario ciclista que, precisamente en este entorno, adolece de falta de conexiones. El diseño del parque como tal no aparece por ahora detallado, pero la propuesta de reordenación viaria sí es firme por parte del Ayuntamiento.

De acuerdo a este planteamiento, la nueva glorieta de Carlos Marx se situaría justo frente a la actual estación provisional, en el mismo tramo donde ya hoy existe una pequeña rotonda, y un poco más centrado respecto a versiones de otros años, sin llegar a «pisar» el aparcamiento frente al Albergue Covadonga. Se emplazaría, por tanto, en el mismo final de Sanz Crespo, conectando con esta calle y con Carlos Marx y manteniendo un acceso directo al Palacio de Justicia, con un giro de 90 grados. Con dos viales de doble sentido en todo el diseño y con una mediana dibujada por ahora en el tramo más próximo a Máximo González, el trazado de Carlos Marx plantea lo que parece la solución más sencilla posible, sin cambios sustanciales en otras calles. Se pretende que sea «la entrada al Gijón del futuro».

Este documento remitido al Ministerio de Transportes dibuja, también, una ligera modificación de la glorieta de Máximo González, con un diseño un poco más ordenado, pero las mismas fuentes explican que este cambio no sería necesario si el resto de partes de Gijón al Norte así lo consideran. Lo que sí se pretende es que toda esta actuación se incorpore a los trabajos del plan de vías y, por tanto, corra económicamente a cargo de Gijón al Norte. Solo el derribo del viaducto supera el millón de euros de coste estimado –sin contar la reordenación viaria–, pero la tarea en sí no se tendría que demorar demasiado. Las primeras estimaciones calculan que se necesitarían unos 50 días para demoler y desmontar la estructura en sí y un total de 72 para incluir la gestión de residuos y labores de limpieza.

Los motivos que alegarán desde el Ayuntamiento ante Gijón al Norte para defender ambos planteamientos son ya conocidos. El gobierno local, por un lado, lleva ya desde la campaña electoral –especialmente los foristas– insistiendo en que, tras el último cambio de convenio del plan de vías y, con él, la colocación de la estación en Moreda con un planteamiento constructivo menos complejo, el ahorro de costes hacía ya innecesario una edificación excesiva en el entorno. Por otra parte, el bipartito entiende que, independientemente de cómo avance el diseño de la intermodal, el derribo del viaducto y su adecuación viaria puede tramitarse ya, y se entiende que, con más de un año por delante todavía para tener un proyecto constructivo sobre la mesa, esta otra actuación podría realizarse antes y no suponer parón alguno para el avance global del plan de vías.

La reunión del consejo de administración de Gijón al Norte del próximo día 29, además de valorar estas dos iniciativas, servirá también para que desde el Ayuntamiento reciban una primera estimación de cómo avanza la redacción del proyecto de la estación intermodal. Los encargados de esta tarea, la UTE Estación Intermodal Gijón –conformada por las firmas B720 Fermín Vázquez Arquitectos, Esteyco y Geocontrol– tienen todavía hasta finales del año que viene para terminar este plan, pero Carmen Moriyón ya anunció su intención de querer saber si, por ahora, estos trabajos van en plazo y qué tipo de cuestiones se han abordado. No ha trascendido que haya habido grandes cambios en este apartado. El pasado octubre, por ejemplo, Adif dio el visto bueno a una ligera modificación de menos de 25.000 euros –poco sustanciales en una licitación que supera los 4,3 millones de euros– para incorporar al plan nuevos estudios ambientales y geotécnicos.

Esta redacción incluye el diseño tanto del proyecto básico como los constructivos –salvo el de la estación de autobuses, que no depende de Adif– y es la gran pieza pendiente para que Gijón tenga una integración real de su infraestructura viaria, además de permitir la conexión con el ansiado metrotrén. Por ahora, esa tarea pendiente de cerrar heridas urbanas comienza a debatirse este mes y pone su foco en Carlos Marx y en blindar un pulmón verde en el corazón de Gijón. Si todo va bien, estas primeras dos actuaciones serán una realidad en 2025.

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