Los bares y hoteles bullen por los actos militares: "El ambiente fue una maravilla"

Los negocios comparan el impacto de los actos por las Fuerzas Armadas con el del Festival Aéreo: "El Ejército quiso integrarse en la ciudad"

Ambiente en terrazas, ayer, en Begoña. | Marcos León

Ambiente en terrazas, ayer, en Begoña. | Marcos León

La hostelería y hotelería local comparan los actos del Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS) en Gijón con una especie de Festival Aéreo ampliado. El sector, que por estas fechas estaría aún en temporada media y más pendiente de la celebración de bodas, comuniones y despedidas de soltero que de grandes eventos multitudinarios, colgó estos días el cartel de "lleno" y espera, ahora, que la "visibilidad" de la ciudad por acoger la exhibición militar en San Lorenzo ayude a consolidarla aún más como destino turístico. El gremio, además, destaca el comportamiento de cientos de militares que, a su juicio, aprovecharon estos días su presencia en Gijón –cientos de ellos acamparon en el recinto ferial– para conocer la ciudad e "integrarse" en las costumbres locales y saborear su gastronomía.

Ángel Lorenzo, líder local de Otea, la patronal hostelera, hace otra comparación: señala que el paso del DIFAS por Gijón se ha sentido como una suerte de "macrocongreso" y con el añadido de estar integrado por un perfil "muy consumista" en la hostelería. "El DIFAS ha tenido un impacto muy positivo los días previos, en especial este viernes. Dio gusto ver la ciudad así, tan ambientada", reconoció el representante de Otea, que traslada en nombre del colectivo su felicitación a los impulsores del evento. Es también Lorenzo quien añade ese matiz de que la repercusión real del Día de las Fuerzas Armadas se sabrá más adelante. "Han hecho lucir la ciudad y tener una gran visibilidad nacional", opina. Destaca, además, el comportamiento de los integrantes del Ejército y de la Armada.

A esto último hasta se acabó por acostumbrar Rocío Barrio, responsable de Casa Carmen. "Ya perdí la cuenta, pero igual atendí a cien militares. Ayer (por anteayer) tuve una mesa de 13, hoy (por ayer) una de 25... Ya no se cuántos y no me habré enterado de todos, porque vienen vestidos de calle, pero cuando reservan te lo suelen decir", cuenta. La hostelera, con su negocio en La Arena, tuvo una posición privilegiada para las exhibiciones del viernes, pero asegura que la afluencia de clientes se empezó a notar ya el fin de semana pasado. "Llevamos días a tope y todo ha salido genial. Esta época suele ser más paradita y ha sido increíble ver el ambiente. Para mí, se notó más que el Festival Aéreo, porque esto fueron varios días. Ojalá se hiciese algo así todos los años", asegura.

Juan Carlos Martínez, director de comunicación del Tierra Astur, explica que el local de Poniente notó la influencia más directa del DIFAS en cuanto los militares acamparon en el recinto ferial. También ellos han sido uno de los negocios de referencia para los integrantes del Ejército y la Armada. "Vinieron muchos y se integraron totalmente en la ciudad. Se mostraron muy interesados por la gastronomía de aquí y fueron muy preguntones, en el buen sentido, para aprender sobre el tipo de carnes y quesos típicos de la zona. Venían en grupos pequeños y fueron encantadores", afirma. En cuanto al público general, señala que el local ha mantenido una afluencia bastante alta desde la pasada Semana Santa, así que es difícil cuantificar cuántos de los clientes de estos últimos días fueron por el DIFAS y cuántos no, pero la demanda, en cualquier caso, ha sido "muy alta". "Toda actividad que se haga en la ciudad siempre ayuda", razona el responsable.

Un poco más lejos de estas primeras líneas de playa, pero en otro espacio clave de ocio y hostelería como son los bajos de El Molinón, el ambiente ha sido similar. Berna Alonso, de La Cañada Real, tilda el evento de "extraordinario" y considera que ayudó a "activar" la ciudad en este preámbulo veraniego. También él insiste en esa idea de que el DIFAS aportó una "visibilidad nacional espectacular y de calidad" para promocionar la ciudad y detalla que la clientela ha sido variada, con mucha gente de fuera de Gijón, "en todos lo entornos principales" de la hostelería local.

En cuanto a los hoteles, el Día de la Fuerzas Armadas deja la misma sensación dulce. "Ha sido una maravilla y hubo muy buen ambiente. Estuvimos a ‘full’, al completo. La gente quedó encantada con la ciudad", asegura Andrés Ramírez, del Hotel Myro, que calcula que la demanda hizo subir los precios de las habitaciones entre el 30 y el 40 por ciento respecto a las tarifas de estas fechas el año pasado. Sí cree el hotelero que ayudó las buena previsión meteorológica, sobre todo para las escapadas que se decidieron en el último momento, pero explica que en su caso muchas reservas se habían tramitado ya en la semana anterior a los actos. "Creo que el norte en los últimos años está gustando más al turismo. Estos días veías muchas colas y, pese a que cuando subieron del todo los precios parecía que costaba más, al final las plazas se llenaron igual", sostiene.

En plena plaza Mayor, Alberto Lázaro, del Hotel Asturias, también colgó el cartel de "lleno", sobre todo, en este fin de semana. "Ahora mismo estamos en temporada media, la alta sería más en julio, así que no fue lo habitual y vino muy bien al sector", reconoce. Dice también que la llegada de turistas comenzó a notarse ya a partir del martes, por lo que se trataron de escapadas más bien largas, y explica que en su hotel se hospedaron muchos integrantes de la organización del evento. Por último, Élida Suárez, directora del Hotel Môderne, explica haber completado también todas las reservas de su negocio, pero aclara que, en su caso, achaca apenas un 15 por ciento de ellas al Día de las Fuerzas Armadas por tener otra relacionadas con el turismo de empresas e invitados de boda.

Otea defiende que instalar casetas por la Semana Grande sería una "oportunidad" para los barrios

Las negociaciones en marcha para estudiar la posibilidad de que el verano gijonés incorpore la instalación de casetas hosteleras al aire libre cuenta, por ahora, con el apoyo de la patronal hostelera Otea. Su líder local, Ángel Lorenzo, considera que la idea "puede ser una oportunidad" para el sector y, sobre todo, para los locales instalados en espacios no tan frecuentados, ya que las instalaciones permitirían "que los establecimientos hosteleros de los barrios puedan establecerse y enseñarse en el centro durante la Semana Grande". La patronal se mantiene, no obstante, prudente ante unas gestiones que dependen enteramente de Divertia y sobre las que prefiere no posicionarse hasta que no se haya tomado una decisión firme. Por ahora, Lorenzo sí confirma que desde el Ayuntamiento se ha "consultado" con Otea cómo ha sido la organización para instalar casetas hosteleras en las fiestas de Oviedo por San Mateo. El edil Óliver Suárez señaló a inicios de semana que esta idea de las casetas sigue "en conversaciones", pero también que "tiene pinta de que sí saldrá adelante". Desveló también que se estudian, por ahora, dos posibles ubicaciones para ellas. Hace meses había citado como posibles espacios la avenida del Molinón, la calle Claudio Alvargonzález y el Solarón.

Suscríbete para seguir leyendo