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Paréntesis navideño

A ver si somos capaces de que la belleza nos inunde por dentro y por fuera

Seguimos en la nube navideña y la mayoría de los españoles nos ocupamos de nuestras cosas. En este momento con la llegada de los Reyes Magos del Oriente. Si todo los que nos llegara de allí fuera así, pero desgraciadamente ya hace mucho que dejamos de soñar con las mil y una noches, con los maravillosos palacios construidos por el amor de los príncipes a sus princesas. Aquellos príncipes de ardientes ojos negros que parecían acariciarte con la mirada. Con las sedas y perfumes que venían de allí. Las alfombras, los velos.

Pero ahora sólo nos llega terrorismo, miedo, odio y muerte. Si Occidente consigue frenar este horror habrá alguna posibilidad de sobrellevarlo pero si no somos capaces, nos hundiremos con ellos.

Hay que ayudar a la infancia y a la juventud, no dejando que sean educados por fanáticos, llenos de rencor y eso no sólo en Oriente sino en todos los países. Si dejamos que pasen por esas aulas de incitación a la lucha armada, si dejamos que el amor no entre en sus vidas. Sólo el desprecio por la vida humana, incluso la de ellos, será el fin.

Bueno como siempre me voy a los cerros de Úbeda. Quería escribir algo amable, dejar buen sabor de boca en estos momentos en los que todavía pensamos en los demás, queremos agradar a todos, invitamos a todo el mundo. Buscamos como locos el regalo más apropiado. Recorremos las jugueterías con frenesí. Gastamos el doble de lo que habíamos planificado y de lo que debemos. Yo soy la reina de las listas, escribo, tacho, pierdo, todo me parece poco y el último día compro a lo loco para rellenar este o el otro. Por un lado sufro por el miedo a no acertar, por el otro, al encontrarme llena de paquetes disfruto. Soy un lio.

Todavía nos quedan los roscones de Reyes, ¡qué ricos!, de bollo, de hojaldre, con almendra, con crema, me chupo los dedos pensando en los de este año. Es nuestro postre favorito el día de Reyes. Echaremos mucho de menos a nuestro hijo mayor Tito, que está en Ohio con sus hijos, porque le encantan los roscones y es el que se los acaba todos. Pero la vida es así, la felicidad nunca es completa.

Acabo de ver la Inauguración de los primeros juegos olímpicos europeos de Baku, Capital de Azerbaiyan, una maravilla de luz, color, música, armonía, pocas veces he visto algo tan bonito. Os lo recomiendo para llenarnos todos de belleza. Que ésta nos inunde por dentro y por fuera.

Durante las Navidades hay que procurar conseguir un buen bagaje de amor, ilusión, comprensión, amistad, respeto a los demás, renunciar a nuestros deseos muchas veces para favorecer una reconciliación, un pacto. Sí, ya veis por donde voy.

No quedemos como el país más desunido del mundo, menos generoso, menos capaz de tender una mano, de renunciar a unas cosas a cambio de otras. Intentar conseguir lo mejor para todos no para tu partido. No se puede repetir sin cesar yo con ese no pacto, antes de empezar a hablar. No llegar a unas nuevas votaciones. El mejor partido será el que esté dispuesto a pactar, aunque no te guste su imagen.

El nieto de una amiga que estudió toda la carrera en la Complutense, está ahora en Helsinki en la Universidad y está alucinado, allí los profesores se dedican a explicar y a ayudar a sus alumnos, no hablan de política. Hay tranquilidad y silencio. Las clases y pasillos están limpios. Los alumnos pueden hablar con las autoridades académicas cuando lo necesiten. En la Complutense Los Iglesias y Monederos se dedican a hablar de política, el Sr. Carrillo se negó a hablar con él todas las veces que le pidió audiencia. Los pasillos y aulas llenos de pintadas, sucios y rotos. Vocerío y griterío a todas horas. Manifestaciones, algaradas, insultos y hasta golpes a los alumnos que son diferentes y quieren estudiar ¿es eso lo que queremos para nuestros hijos? Para los mangantes, hijos de padres mangantes vale, pero para los demás, no.

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