Teresa Mallada rehabilitó ayer públicamente en el PP a Pilar Fernández Pardo con una fotografía en la plaza del Instituto, donde el partido tuvo durante años aquella sede a la que se encadenó Luis Prado D’Almeida en otro antológico capítulo de las cuitas internas, que dan para una enciclopedia. Poner el retrovisor en política siempre entraña riesgos, pero queda claro que la presidenta regional está decidida a pasar las páginas que van desde la gestora de 2013 al presente, es decir, las de dominio absoluto de Mercedes Fernández. Falta ahora saber si la instantánea del Parchís es solo un estudiado gesto de cara a la galería o el inicio de la recuperación de antiguos cuadros (el reciente nombramiento de Manuel Pecharromán en la comisión autonómica de Economía apunta en esa dirección). La operación obligaría de nuevo a hacer mezclas entre el agua y el aceite.
