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Nuevas epístolas a “Bilbo”

Se me va la olla

Sentencias, lirismos, delirios y ocurrencias

Sí, “Bilbo”, te reconozco que, a veces, se me va la olla y me da por trasladar a las páginas epistolares sentencias, lirismos, delirios, ocurrencias de mi cosecha que te regalo por la cara a la buena de dios.

Quien con soledades se acuesta, empapado se levanta.

Quien huye como pita del milano ¿es un cobardica?

Testarudez: Tiene la manía de acabar lo que empieza... Y vuelta a empezar.

Consejo: Si muerdes a tu perro, asegúrate de que no lo cuente.

Descubrimiento: No todos los que ayer te gozaban, poderosillo, te apreciaban. Solo los que hoy te ayudan, pobrecillo, ayer te estimaban.

Los mineros aún penden del soplete de luz de la lámpara de carburo. Y los estibadores aún de maromas salobres provistas de ganchos.

Los maestros no saben cantar ya la tabla de multiplicar.

Los médicos meten el miedo en el cuerpo con batas de fantasmas.

Los periodistas se duermen con un ratón entre los dedos.

Los jueces vigilan su peso en el baño de cada mañana.

Las prostitutas miman las vulvas como oro molido.

Los funámbulos suenan a conjunto de cuerda floja. Sueñan en el alambre.

Racismo: Cómo van a tener los negros la minga más larga si son negros.

Los payasos más payasos no ocupan la pista central del circo, andan desperdigados por el graderío.

Los cantantes de ahora miagan en comparación con Antonio Machín, gato escaldado.

Los camareros sirven en vajillas de plata que no cumplen las ordenanzas municipales.

Los astronautas aspiran a besar la luna a escondidas, a la chita callando.

Los sastres auténticos siempre fueron de rompe y rasga.

Los chipirones te rebozan los labios de carbón salado, que no de tinta hecha con negro de humo.

¿Los muertos se pueden casar con las estrellas?

¿Los muertos no se cansan nunca de estar muertos?

Ausencias que duelen: os recuerdo y sauce. Os olvido y camposanto. Dicho de otra manera: Os recuerdo y lloro. Os olvido y muero.

Una vela en la noche no es una noche en vela a dos velas.

Pobre: Quería cambiar el mundo por un plato de Esaú.

Si la vida no vale nada, ¿qué cuesta un sexo seco?

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