Opinión

Más cine, por favor

Una afición al séptimo arte que viene de lejos en nuestra ciudad

Íbamos al Brisamar. Subíamos, desde el Llano, a la calle Castro Romano, en Cimavilla, para ver películas de arte y ensayo en versión original.

El Cine Brisamar se había inaugurado en 1965, pero no fue hasta la llamada "apertura" cuando se empezaron a ver películas que, hasta entonces, sólo quienes se permitían salir al extranjero podían contarnos. El morbo estaba servido y las butacas se llenaban al reclamo del nuevo aire fresco que empezaba a respirarse entre la ciudadanía.

Pero la afición al cine en nuestra ciudad venía de lejos, tanto que la desbordante imaginación de Isaac del Rivero había llevado al Ayuntamiento la iniciativa de crear en Gijón un festival dirigido a promocionar el cine entre la infancia y la juventud. Fue tan bien recibido por los munícipes que el entonces llamado Certamen Internacional de Cine y Televisión Infantil se inauguraba oficialmente el 21 de julio de 1963.

Desde entonces, con distintos nombres, con distintas direcciones y con distintos contenidos, el Festival sigue vivo, más vivo que nunca, diría yo, colocándose entre los mejores de nuestro país y uno de los más reconocidos entre los festivales del mundo.

Desde aquel verano de 1963 hasta el otoñal noviembre actual, el cine y su Festival han sido seña de identidad y afición de una ciudad que se vuelca en su celebración y convierte no sólo a Gijón, sino a toda Asturias, en un referente para los amantes del séptimo arte.

¿Se puede, pues, cuestionar cuál es el lugar ideal para sede de la Filmoteca de Asturias?

Después de la euforia, pasajera, de las videotecas y los visionados de películas en variadas plataformas, parece que donde de verdad nos encontramos a gusto es en una sala de cine, sintiéndonos parte de un todo en el que la emoción, la risa o el llanto se mueven a través de un hilo conductor que nos hace cómplices de unos sentimientos compartidos. De ahí la afluencia de público en la vuelta a las salas de proyección.

Incuestionable la elección de Gijón a que la Filmoteca de Asturias se convierta en el lugar en donde se deposite para su conservación, estudio y exhibición el patrimonio de nuestro cine en todas sus variantes.

A las cuatro entidades que lo avalan: Sociedad Cultural Gijonesa, Ateneo Obrero, Ateneo Jovellanos y Sociedad Cultural Gesto mi agradecimiento por haber llevado esta propuesta hasta el Pleno del Ayuntamiento de Gijón. Y a nuestra Corporación municipal mi reconocimiento por que esta iniciativa sea respaldada por todos los grupos políticos que la conforman. Al cine se lo debemos.

¿Dónde ubicar su sede? Por supuesto, la Laboral como recinto de múltiples actividades lectivas y culturales cuyo Paraninfo fue el lugar elegido para la inauguración oficial del Festival de Cine allá por el año 1963 del siglo XX y en la que ya funciona una exitosa Laboral Cinemateca o, también, junto al previsto traslado del FICX, la Antigua Tabacalera, en la que, espero y deseo que el proyectado espacio para cine y teatro lleve el nombre nostálgico de Brisamar.

¿Hay quien dé más...?

Suscríbete para seguir leyendo